¿Le ha cancelado un vuelo Ryanair? Ármese de paciencia...

Dicen que lo barato a veces sale caro. Y en el caso de Ryanair, por desgracia, muchas veces es verdad.[…]

Dicen que lo barato a veces sale caro. Y en el caso de Ryanair, por desgracia, muchas veces es verdad. Hace un par de días, la aerolínea dejó tirados a 120 españoles en el aeropuerto de Gatwick al cancelar un vuelo por "motivos técnicos". Como es lógico, los afectados pidieron explicaciones -y un nuevo vuelo- pero no obtuvieron más respuesta que un contingente antidisturbios de Scotland Yard y un mensaje claro: búscate la vida y llega a tu destino como puedas.

Y es que con el bajo coste los derechos también llegan a su mínima expresión. Y así lo afirma abiertamente Ryanair en las condiciones que todos firmamos cuando compramos el billete. Si, esas que casi ninguno leemos: "Ryanair no ofrecerá compensación económica alguna en virtud del Artículo 7 del Reglamento 261/2004 de la UE relacionado con el retraso o cancelación de vuelos por razones que escapen al control de Ryanair (circunstancias extraordinarias). Por lo tanto, recomendamos contar con un seguro privado pertinente que cubra tales situaciones" dice textualmente su página en Internet.

Casualmente, también dicen un poco más adelante que los derechos de los pasajeros no se verán afectados "de modo que, en caso de denegación de embarque, cancelación o retraso de más de dos horas, los pasajeros afectados que se presenten ante nuestro personal en los mostradores de atención al pasajero del aeropuerto recibirán un aviso por escrito en el que se les notificarán los criterios de asistencia e indemnización de acuerdo con esta normativa". Como no aclaran nada, uno entiende que esto sucede si las causas son imputables a Ryanair. Pero no se puede aventurar nada porque la información escasea.

Todo esto viene a colación porque a un servidor le tocó vivir esta desagradable experiencia antes de las navidades, el 20 de diciembre, cuando Ryanair nos dejó tirados un poco antes de las once de la noche en el aeropuerto de Granada. Era domingo, y como yo, muchos teníamos que llegar a Madrid para trabajar. Las explicaciones brillaron por su ausencia. Hubo quien se quedó reclamando -poco, porque ese aeropuerto lo cierran antes de medianoche- pero entendí que resultaría inútil. La prioridad era llegar a Madrid. Así que hubo que tirar de teléfono y reservar un asiento en el autobús de Alsa que salía a las doce y media de la madrugada. A los 42 euros que costó el billete de Ryanair, sumen 25 de taxi hasta la estación de autobuses y 17 del billete. Total, la broma salió por 94 euros. Y una noche entera durmiendo a medio gas en el asiento.

Ahora, la esperanza es recuperar menos de la mitad, esos 42 euros. Pero les aseguro que la misión es casi imposible. De entrada, Ryanair sólo permite que las solicitudes de devoluciones se cursen únicamente por fax o correo ordinario. ¿Cómo? ¿Qué una compañía que ha hecho de Internet su bandera no permite pedir devoluciones por email? Pues no. Tanto la carta como el fax hay que mandarlo a Dublín. Les aseguro que intenté poner varias veces el fax, pero el empleado de la papelería (sí, todavía algunas lo tienen) me decía que el número comunicaba constantemente. Así que no hubo más remedio que enviar la carta hasta Dublín solicitando los 42 euros. Eso fue el 26 de diciembre. Y aquí seguimos esperando. Claro que el importe no le hará a uno salir de la pobreza. Pero insistiremos, aunque sea por correo certificado y con acuse de recibo (por cierto, cinco euros más de gasto, para llegar a los 100, lo que valía el vuelo con Iberia)

Por eso, si va a reservar con Ryanair sea muy consciente de lo que está comprando. Un vuelo de bajo coste y muchos engorros en caso de que las cosas se tuerzan. Usted -como yo- igual pensó que estaba triunfando por volar al módico precio de 40 euros. Pero con esta empresa, siempre es conveniente tener la suerte de cara.  

Y un último apunte por si todavía dudaban de la capacidad de la aerolínea irlandesa para dar la vuelta a la tortilla. Ante las acusaciones de que no informan en su web de los precios completos -página, que, dicho sea de paso, es una caja de sorpresas- la empresa dice que cumple totalmente con la legislación europea. Lo que pasa es que "servicios adicionales como el recargo por facturación de maletas, pago con tarjeta de crédito o emisión de tarjetas de embarque en el aeropuerto...son opcionales". Así que "incluir estos servicios opcionales en los precios publicitados por Ryanair implicaría engañar al consumidor". Con un par.

En portada

Publicidad
Noticias de