Las farmas españolas siguen su propia receta

No se ven afectadas por la polémica surgida en Estados Unidos por el fracaso en la comercialización de los nuevos antibióticos. Para algunas compañías españolas, incluso, puede ser una oportunidad para acelerar sus negocios.

El sector farmacéutico cotizado español saborea un momento dulce. Las compañías siguen avanzando en sus investigaciones con resultados fructíferos, los productos ya comercializados son un éxito en ventas, incluso más allá de las fronteras españolas, y el resultado de este crecimiento se ve reflejado en su cotización en bolsaPero en este cuento de hadas también pueden aparecer ogros.

Como ha sucedido en Estados Unidos con los nuevos antibióticos y su frustrante comercialización a pesar de su eficacia. Fuentes cotizadas del sector español afirman que «esta cuestión no tiene impacto en nuestro país», aunque en algunos casos es cierto que puede surgir una oportunidad con esta polémica, como sucede con Biosearch. Su CFO, Loreto Huertas, asegura que las limitaciones a los antibióticos «podrían acelerar la penetración de probióticos (su negocio junto con los extractos y lípidos) como alternativa para algunas aplicaciones», y pone como ejemplo el producto de su compañía para la prevención y tratamiento de mastitis. Además, cataloga como «deseable», una respuesta de la industria en relación «a los pros y los contras de los antibióticos». 

Almirall, en cambio, tiene comercializado en Estados Unidos el antibiótico Seysara, para el acné de moderado a grave, y el tratamiento para pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), Duakril. Seysara se trata del primer medicamento que la autoridad sanitaria estadounidense, la FDA, aprueba en una década para el tratamiento del acné, lo cual de por sí ya es un hito. Con todo, fuentes de la compañía confirman que Almirall podría «recibir pagos adicionales por hitos y royalties que aún no se han revelado».

Desde el Grupo Faes Farma señalan que no tienen antibióticos en su portfolio ni tampoco en su pipeline de desarrollo de nuevos fármacos y apoyan la visión de que está demostrado que el uso generalizado y sin «excesivo control» de antibióticos tiene un «efecto perjudicial» en la eficacia futura, de modo que el «sector sanitario en general» tiene que controlar la prescripción, «empezando por la clase médica», sostienen. Aunque no se ha dado en los antibióticos, fuentes del sector farmacéutico sí reconocen que en otros medicamentos se han visto casos similares en España, de productos de laboratorio eficaces que han pinchado en su comercialización.«Para los laboratorios es un problema después de haber llegado hasta la comercialización encontrarse con muy poco o nulo mercado y con una inversión que no va a retornar», apuntan y añaden que los países son conscientes de estos problemas «pero ellos mismos ponen las trampas», aunque matizan que desde el plano europeo se están buscando soluciones; porque la respuesta, aseguran, «es política» y las autoridades sanitarias, «la clave».

El mercado cree en España

Al margen de este tipo de polémicas, las estrategias llevadas a cabo por las cotizadas españolas del sector no solo ven sus resultados reflejados en las cuentas, sino también en su cotización bursátil, con los gestores y expertos que cubren a las compañías avalando sus avances. El sector está viviendo en la actualidad subidas extraordinarias, tanto el pasado curso como en el actual, parece que la racha no tiene fin y los expertos coinciden en que es una buena opción entrar en farmas españolas, además de mantener o incrementar las posiciones.

Estos comparten la visión de que las subidas registradas por las farmacéuticas parecen no agotarse, pero insisten en que están apoyadas en un análisis fundamental muy sólido. También reconocen que se trata de un sector muy atomizado donde la volatilidad siempre está presente, pero no se debe tener muy en cuenta porque es parte de la esencia de estas cotizadas. Avalan también el esfuerzo de las compañías en acudir al mayor número de congresos posibles para dar a conocer sus investigaciones y ampliar negocios, además de aumentar cada vez en mayor medida la red de ventas, sobre todo en Europa. Dentro del dibujo general pintado por los expertos puntualizan que se trata de compañías muy diferentes entre ellas, porque cada una se dedica a negocios diferentes, por lo que hay que seleccionar muy bien las compañías en las que se decida tomar posiciones.

Ricardo Torrella, de Gesinter, tiene posición en Oryzon y Biosearch. De la primera destaca que es puntera en investigación y que cada vez que acude a un congreso «gusta más». Y de la segunda apunta que tras la reestructuración y alianza con Nestlé es un valor que da «más seguridad que nunca». Ana Gómez, de Renta 4, ve en Rovi una compañía en plena expansión y con un negocio «muy interesante y productivo». Por otro lado, en Grifols, la más grande de todas, con presencia en el Ibex 35 y el 66 por ciento de sus ventas en Estados Unidos y Canadá, se queda con la seguridad del negocio de las proteínas del plasma de la sangre y su nuevo proyecto para el Alzhéimer, Ambar. Para Juan Llona, de Imantia, que tiene en cartera a Grifols y Faes Farma, destaca de esta última su capacidad «de superar año tras año sus estimaciones y objetivos» con el negocio de la Bilastina que «no para de crecer», y tiene claro que es un valor seguro para el largo plazo.

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Desde Farmaindustria consideran que el futuro de las farmas españolas es «muy prometedor», sobre todo en lo que se refiere a I D de nuevos medicamentos, «que es lo que distingue a nuestras compañías», exponen desde la patronal nacional, y destacan que España ha logrado situarse a la cabeza en los ensayos clínicos de la Unión Europea.  Como objetivo, desde Farmaindustria apuntan: «Atraer inversión con un marco estable».

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