La Naval irá a concurso de acreedores ante la ausencia de inversores

El astillero La Naval de Sestao irá a concurso de acreedores, la antigua suspensión de pagos, ante la "inviabilidad" de[…]

El astillero La Naval de Sestao irá a concurso de acreedores, la antigua suspensión de pagos, ante la "inviabilidad" de las propuestas analizadas para el saneamiento financiero de la compañía vizcaína.

Así lo ha decidido hoy la Junta de Accionistas extraordinaria de la empresa, reunida en las instalaciones del astillero, para decidir qué hacer ante la falta de noticias de un posible nuevo inversor.

El empresario Manuel Del Dago había manifestado su intención de suscribir el 80 por ciento de una ampliación de capital de 42 millones de euros, pero no ha habido más noticias de este inversor.

Ante el vencimiento de los plazos legales en la actual situación de preconcurso -acaba el 7 de octubre- y la "inviabilidad" de las propuestas estudiadas, los accionistas han aprobado la propuesta del Consejo de solicitar la situación de concurso de acreedores ante la autoridad judicial competente.

Se estima que la deuda del astillero es de unos 150 millones de euros con la banca, más 80 millones de pérdidas de los dos últimos años, aunque tiene cuatro buques en construcción. Los accionistas mayoritarios siguen siendo Ingeteam y Astilleros Murueta, que cuentan con el 33,8 % del capital cada uno de ellos.

Ahora, el camino de la empresa será el del procedimiento concursal, la antigua suspensión de pagos, con lo que la gestión quedará en manos de un administrador concursal.

El concurso es la fórmula que se utiliza para cuando una empresa tiene problemas de solvencia y no puede pagar sus deudas. Implica que se aplazan los pagos y se negocia una quita -un reducción de la deuda- con los acreedores, y permite dedicar los nuevos recursos obtenidos por la empresa a la continuación de la actividad y no a satisfacer la deuda generada hasta la declaración de concurso.

La dirección de La Naval ha comunicado esta situación a los trabajadores, a los que ha transmitido su "compromiso de realizar todos los esfuerzos necesarios para mantener la actividad".

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Así, la idea que les ha trasladado la empresa es que el concurso sea de continuidad, es decir, apuesta porque la firma siga funcionando, ya que buena parte de los concursos acaban en liquidación, con el cierre de la firma.

En el caso de La Naval, sus acreedores son la banca pero también los propios contratistas -la firma tiene unos 250 trabajadores en plantilla, pero 1.600 subcontratados-, de manera que si hay quita o aplazamientos de pago repercutirá en las contratas, como acreedoras, y en el empleo.

El concurso de acreedores es "la peor de las situaciones", según ha admitido la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, que ha remarcado que La Naval tiene "contratos y capacidad" pero atraviesa una situación "muy compleja", lo que evidencia que en su situación han influido "más factores que habrá que analizar en profundidad".

Para Tapia, al igual que una empresa "no entra en concurso de un día para otro" este proceso "puede ser largo" y hay que tomarlo "con paciencia" y con un "trabajo riguroso" para salir en una "situación beneficiosa", ha agregado.

Los partidos también han instado a trabajar para salvar el astillero. El PSE-EE ha pedido que se agoten "todas las vías para garantizar la viabilidad" de La Naval de Sestao, EH Bildu ha hecho un llamamiento al resto de fuerzas políticas para actuar de manera conjunta en defensa de la industria vasca y Podemos ha expresado su preocupación y su apoyo a los trabajadores.

En los próximos días el comité de empresa mantendrá reuniones con los principales dirigentes, vascos, como Andoni Ortuzar (PNV) o Idoia Mendia (PSE), para analizar la situación, y probablemente convocará movilizaciones, aún sin concretar.

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