La banca no está dispuesta a reducir beneficios

Ya se puede poner el Banco de España como quiera al pedir a las entidades financieras que presenten ganancias cercanas al 0% con respecto a años anteriores, que los bancos y cajas harán lo que -relativamente- quieran. Y si no, sólo hay que ver la estrategia que han adoptado en las últimas semanas para que sus beneficios no se reduzcan, al menos, tanto como algunos analistas esperan: mientras que el tipo medio de los préstamos hipotecarios del conjunto de entidades se situaba en noviembre en el 6,258%, el Euribor caía ese mismo mes hasta el 3,452%.

Es decir, una diferencia de casi tres puntos porcentuales, una de las más altas de la historia, pues habitualmente se sitúa en torno a un punto. La explicación es sencilla: los diferenciales que aplican los bancos y cajas en las hipotecas que están concediendo son cada vez más altos. Apenas se ven diferenciales por debajo de 0,5, y sí cada vez más cercanos a 0,80 e incluso 1,0 puntos. Y ese diferencial es lo que el banco o la caja de turno se "llevan" a sus bolsillos.

Si al mismo tiempo que se amplían los diferenciales de las hipotecas, se baja el interés que se ofrece a los clientes por los depósitos (apenas quedan ya por encima del 5% TAE), la ecuación cuadra al instante: las entidades no están dispuestas a reducir sus beneficios y, legítimamente, la batalla comercial en préstamos y depósitos les sirve para acercarse a sus objetivos.