La añada de 2017 de Ribera del Duero recibe la calificación de 'muy buena'
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero ha otorgado la calificación de 'muy buena' a los[…]
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero ha otorgado la calificación de 'muy buena' a los vinos elaborados con la cosecha de uva de 2017.
El presidente del órgano gestor de los vinos ribereños, Enrique Pascual, ha sido el encargado de anunciar, en rueda de prensa, la calificación otorgada a la añada de 2017.
El pleno del Consejo Regulador ha dotado de carácter oficial el dictamen emitido por un Comité Excepcional de Calificación de la Añada integrado por ocho de los mejores sumilleres del país, que desarrollan su labor profesional en siete restaurantes que suman, entre todos, 14 estrellas Michelin.
"La añada va a ser, como la Ribera es, muy buena. Cierto es que tiene actitudes de excelente pero es muy buena", ha recalcado Pascual.
Una de las sumilleres participantes, Elsa Gutiérrez, del restaurante Annua, con dos estrellas Michelin, ha señalado que, personalmente, considera que la última cosecha de Ribera del Duero reúne más características de excelencia que de muy buena.
"Pero sois demasiado exigentes y no habéis querido daros el excelente. Pero con el paso del tiempo del vino en botella y la evolución os vais a dar cuenta de que tenía que haber sido 'excelente', ha reflexionado.
Frente a este planteamiento, Miguel Martín, de DiverXo (tres distinciones Michelin) ha explicado que, "aun teniendo muchas cualidades de excelente", ha echado de menos algo más de fruta, por lo que se ha decantado por la valoración de 'muy buena'.
En cualquier caso, Gutiérrez ha incidido en el buen trabajo realizado durante una campaña marcada por la importante reducción de la cosecha, se recogieron 55 millones de kilos, frente a los 133 del año anterior, lo que se ha traducido en vinos con muy buena evolución, fáciles de beber y con mucha fruta.
"Un vino que a la gente que no está acostumbrada a beber y que tiene la creencia de que los vinos de Ribera del Duero son demasiado astringentes y con demasiada barrica, esta añada va a sorprender", ha asegurado.
El presidente del Consejo Regulador ha recalcado que la añada de 2017 es consecuencia de "un trabajo bien hecho" por todo el sector en el que el pesimismo provocado por las adversas condiciones meteorológicas, que redujo alrededor del 60% la cosecha, se tornara en optimismo.
"El pesimismo era muy grande. Poco a poco se vio viendo la luz y el resultado es un vino que va a ser un gran vino", ha recordado.
Pascual ha considerado que las consecuencias de la helada sufrida la madrugada del 28 de abril de 2017 y la pertinaz sequía están dificultando y encareciendo mucho las labores del campo.
No obstante, la viña es una planta rústica que está acostumbrada a sufrir "y más en una zona como la Ribera del Duero. Pero pienso que puede pasar de todo y al final es una planta generosa que puede salir adelante", ha referido.
El presidente del Consejo Regulador ha reconocido que la baja producción de uva de 2017 se está notando en el mercado con una menor presencia de los vinos ribereños.
Asimismo, ha admitido que está repercutiendo en los precios del vino, que obedecen a las leyes del mercado y de la oferta y la demanda.
"Lógicamente. Se notó en el precio de la uva y se tiene que repercutir en el vino. Es el efecto dominó", ha concluido.
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