La AIE aboga por mantener la energía nuclear para reducir la contaminación

La energía nuclear debería mantenerse como una de las opciones para frenar la contaminación, reducir la emisión de dióxido de[…]

La energía nuclear debería mantenerse como una de las opciones para frenar la contaminación, reducir la emisión de dióxido de carbono y evitar el calentamiento global, aseguró hoy el director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía (AIE), Fatih Birol.

"Cada año mueren 6,5 millones de personas en el mundo a causa de la contaminación generada por el sector de la energía", denunció Birol durante el Congreso Mundial de la Energía (WEC) cuya 23 edición comenzó hoy en Estambul.

Birol subrayó la importancia de la eficiencia energética como primera opción para reducir las emisiones, pero insistió que tampoco se debería dejar de lado la energía nuclear como opción limpia.

"La energía nuclear puede realizar un importante aporte en los países en los que está socialmente aceptada", apuntó el economista turco, que dirige la AIE desde hace un año.

Insistió también que la reducción del sector del carbón será inevitable si no se desarrollan tecnologías limpias o de captación de las emisiones, pero se opuso a "meter a todos los combustibles fósiles en el mismo saco".

Aunque el estudio presentado en Estambul por el Consejo Mundial de Energía predice un enorme aumento de la energía eólica y la solar que, prevé, representarán entre el 20 y el 39 por ciento en 2060, Turquía en concreto espera también relanzar su programa nuclear en este congreso.

La jornada contará con la asistencia del presidente ruso, Vladímir Putin, que se reunirá por la tarde con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, en un nuevo gesto de acercamiento entre ambos países, enfrentados hasta agosto pasado.

El encuentro podría desbloquear el proyecto del primer reactor nuclear de Turquía, que se halla bajo construcción en la localidad de Akkuyu en la provincia meridional de Mersin, bajo un contrato con la empresa rusa Rosatom.

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Las obras, que ya han suscitado reiteradas protestas de los movimientos ecologistas turcos, se habían ralentizado o congelado durante la crisis diplomática que enfrentó a Moscú y Ankara durante el año pasado por el derribo de un avión ruso en la frontera sirioturca.

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