Hollande interviene para evitar el cierre anunciado de una planta de Alstom

El presidente francés, François Hollande, a la vista de las críticas que ha recibido su Gobierno de toda la oposición de inacción ante el anuncio del grupo Alstom de que cerrará su planta de locomotoras en Belfort, reaccionó hoy para decir que se ha fijado como objetivo mantener la actividad en la factoría.

"El presidente de la República nos ha fijado un objetivo, mantener las actividades ferroviarias de Alstom en Belfort (noreste), declaró a la prensa el ministro de Economía y Finanzas, Michel Sapin, tras mantener una reunión de crisis presidida por Hollande y dedicada a esta cuestión.

Sapin precisó que se va a trabajar con todas los implicados y citó a la dirección de Alstom, a los sindicatos de la empresa, a los responsables locales de Belfort, pero también a "los que tienen capacidad para hacer una serie de encargos", para que permitan mantener una carga de trabajo en la factoría y "salvar la actividad ferroviaria" de la planta.

El primer ministro, Manuel Valls, que también acudió a la reunión en el Elíseo, tachó ayer de "inaceptable" la forma en que la dirección de Alstom anunció el jueves pasado que, teniendo en cuenta la poca carga de trabajo, prevé transferir la actividad de fabricación de locomotoras de Belfort a otra factoría francesa, la de Reichshoffen (en la región de Alsacia).

En cualquier caso, Alstom, de la que el Gobierno francés es propietario del 20 %, ha insistido en que la fábrica de Belfort no cerrará completamente, sino que se seguirá trabajando en el mantenimiento de trenes con cerca de un centenar de los cerca de 500 trabajadores que tiene actualmente.

También que ofrecerá a los empleados afectados por el desplazamiento de la fabricación de locomotoras su traslado a Reichshoffen o a otras plantas en Francia, y que por tanto no habrá despidos.