Fitch se suma a S&P y Moody's al dar el visto bueno a Repsol

Fitch ha confirmado el rating a largo plazo de Repsol en 'BBB', aunque ha revisado su perspectiva a 'negativa', desde 'estable', debido al entorno en el sector de precios bajistas del crudo.

Fitch ha confirmado el rating a largo plazo de Repsol en 'BBB', aunque ha revisado su perspectiva a 'negativa', desde 'estable', debido al entorno en el sector de precios bajistas del crudo.

De esta manera, Repsol consigue el visto bueno de las tres grandes agencias de calificación (Fitch, S&P y Moody's) a las medidas adoptadas por la compañía para hacer frente al escenario de precios del petróleo.

En un comunicado, Fitch señala que la revisión de la perspectiva refleja su expectativa de que los precios débiles del crudo pueden representar un apalancamiento financiero de la petrolero superior al esperado.

Asimismo, considera que el mantenimiento de la nota de Repsol se ve respaldado por la diversificación de un negocio "sólido" con un área de 'downstream' (refino y marketing) "fuerte" y otra de 'upstream' (exploración y producción) más grande y más diversificada geográficamente tras la adquisición de Talisman.

Además, Fitch destaca que Repsol ha respondido a un entorno macro "más desafiante" y de un mayor apalancamiento anunciando una serie de medidas para fortalecer su balance, como el recorte en su dividendo.

La agencia de calificación también sigue considerando que los gestores de Repsol cuentan con una "gran flexibilidad" en la configuración de la política financiera de la empresa, por ejemplo a través de posibles nuevas ventas de activos, "cuyo valor no está directamente relacionada con los precios del petróleo".

Fitch sigue así los pasos de Standard & Poor's y Moody's, que el pasado lunes también confirmaron el rating a largo plazo de la petrolera. El mantenimiento de la calificación crediticia era uno de los objetivos de Repsol dentro de su plan estratégico.

S&P y Moody's

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En el caso de S&P, que asigna un rating a Repsol de 'BBB-', a tan solo un escalón de perder el grado de inversión, la agencia retiró de la 'vigilancia negativa' (creditwatch negative) en que situó a Repsol a principios de febrero, y que suponía una amenaza de una posible rebaja en sus calificaciones crediticias, para colocarlo en perspectiva 'negativa'.

S&P señaló que, aunque los efectos de la fuerte caída de los precios del petróleo estaban presionando las métricas de crédito de Repsol, consideraba probable que la petrolera continuara tomando medidas para mejorar el crédito a corto plazo, en línea con su "fuerte compromiso" con el grado de inversión.

Además, reconoce la capacidad de recuperación de beneficios "más fuerte" de Repsol con respecto a sus competidores, merced a su alta competitividad en las actividades de 'downstream', así como a las sinergias por la adquisición de Talisman y a su participación en el capital de Gas Natural Fenosa.

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Por su parte, Moody's destacó que Repsol seguía siendo "un importante beneficiario" de fuentes diferenciadas, como son el "importante peso de los ingresos del 'downstream'", el flujo de caja de su perfil operativo total y la participación del 30% en Gas Natural Fenosa.

A este respecto, señaló que era un activo líquido con una capitalización de unos 17.000 millones de euros y con un dividendo estable. "Los gestores de Repsol han dicho que esta participación es opcional y la confirmación del rating refleja esta flexibilidad", añadió, en alusión a Gas Natural Fenosa.

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