FCC a 30 euros: ¿una pésima venta?
Ayer el índice itraxx, que mide el nivel de pánico en las bolsas, marcó un máximo histórico por primera vez[…]
Ayer el índice itraxx, que mide el nivel de pánico en las bolsas, marcó un máximo histórico por primera vez por encima de los 1.000 puntos. A ver quién es el guapo de, en este estado de histerismo, hace una valoración mínimamente certera de lo que valen las cosas. Hay quien lo hace porque no tiene más remedio.
Por ejemplo Colonial, que se ha pasado tres meses diciendo que no tenía prisa por enajenar sus activos no estratégicos porque no los iba a malvender y resulta que, a fecha de hoy, ya ha dado una opción de venta con precio incluido a sus bancos acreedores por FCC y SFL, y mantiene abierto el proceso vendedor por Riofisa. Al presidente de la inmobiliaria, Juan José Brugera, le aprieta el zapato más de la cuenta. Bueno para sus acreedores.
Ayer, este portal publicaba que Bestinver, posiblemente la gestora más prestigiosa del país, da a Repsol una valoración por suma de partes de 38 euros. ¿Les sorprende? Resulta que la compañía no ha alcanzado nunca este precio y que ahora cotiza a mucho menos de la mitad. ¿Pudiera ser que para Lukoil fuera un chollo comprar a 26 ó 28 euros una participación del 30% que le daría el control del grupo? Miren el índice itraxx de nuevo y le asaltarán las dudas, eso sin hacerse la pregunta de cuándo volverán las cotizaciones no ya a cotas no alcanzadas sino a medias históricas.
Por eso los precios son más relativos que nunca. Pueden ser lo menos malo para los vendedores cuando no queda otra que salir corriendo, y excelentes si se compra para sentarse a esperar. Por eso los 30 euros a los que los bancos acreedores de FCC pueden adquirir el 15% de la compañía -de facto ya es suya, porque suya es la deuda- constituyen un precio a priori excelente. Eso piensan desde luego los propios gestores de Colonial, que valoraron la compañía a 42 ó 43 euros cuando la propia FCC le pidió precio para que se quedaran con la participación inversores afines. Eran otros tiempos, no llovía tanto como hoy y los 30 euros hubieran sido más que rebasados.
El caso es que los acreedores de Colonial están a punto de cerrar un, a priori, pingüe negocio. La media de cotización de FCC en los últimos cinco años ha sido de 48 euros y la empresa está más diversificada que nunca, con un nivel de endeudamiento más que controlado y con savia nueva en la gestión de la mano de Baldomero Falcones. El mismo caso o muy parecido es el de SFL. Podrán comprar a 35 euros patrimonio de primera en París. Dos operaciones de manual cuando lo que se cambia es deuda por activos de una compañía en situación desesperada.
¿Y Riofisa? El proceso de venta sigue su curso. Pero esta es otra historia. En la compañía de centros comerciales no basta con sentarse y esperar. Hay que enchufar pasta, mucha pasta, para que los proyectos avancen. Con la que está cayendo, ya veremos si se vende por más de 600 millones -costó 2.000- y en qué plazo. En este caso, no vale cualquier comprador, sino una especialista capaz de generar economías de escala y con un profundo conocimiento del negocio. No apto para bancos que compran a precios como mínimo atractivos lo que financiaron a precio de oro.