El vino Rioja conquista Rusia pese a la crisis que sufre el país

Rioja ha exhibido hoy cerca del Kremlin sus mejores caldos en una concurrida cata que ha demostrado que los vinos[…]

Rioja ha exhibido hoy cerca del Kremlin sus mejores caldos en una concurrida cata que ha demostrado que los vinos de esa zona vitivinícola han conquistado el mercado ruso pese a la grave crisis económica que sufre el país desde hace más de dos años.

La popularidad del vino español más internacional ha quedado fuera de cualquier duda en el III Salón de Vinos de Rioja celebrado hoy en el lujoso hotel Balchug Kempinski de Moscú, al que han acudido centenares de sumilleres, importadores, expertos, periodistas y restauradores rusos.

"Rusia se ha convertido en uno de los destinos con mejor crecimiento y con grandes perspectivas para Rioja", ha dicho a Efe José Luis Lapuente, director general del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja, que incluye viñedos riojanos, vascos y navarros.

Aunque en 2015, como ha reconocido Lapuente, las ventas de los Rioja descendieron en Rusia, debido a la crisis económica por la que atraviesa, "en el conjunto de los últimos cinco años, este mercado ha crecido en un 50 por ciento para las bodegas riojanas".

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Y pese a que la recesión en Rusia no ha terminado, en los primeros siete meses de este 2016, Rioja ha crecido en nada menos que un 35 por ciento en comparación con el mismo periodo del año pasado.

En los últimos doce meses, el medio centenar de bodegas de Rioja que operan en Rusia han vendido 3,2 millones de botellas en este país, un volumen que suma el 2 por ciento de toda la exportación de la DOCa.

Los productores de Rioja han sabido convertir en una ventaja competitiva la devaluación del rublo al mantener el equilibrio en la relación "calidad-precio", de tal manera que sus vinos de gama alta pasaron a ser comparativamente más asequibles que sus competidores.

"Esto le permite a los vinos de Rioja ser un producto más atractivo para los consumidores en situaciones como la que tiene lugar hoy día en Rusia", ha explicado Lapuente.

Justo antes de la apertura al público del Salón, una treintena de expertos, entre ellos destacados críticos y periodistas especializados, han degustado una selección de caldos escogidos por el Consejo Regulador.

Apenas uno o dos de esos vinos eran de la tradicional variedad tempranillo, seña de identidad del vino español, mientras que el resto eran de las otras variedades -garnacha, graciano o mazuelo, entre otras- que van ganando popularidad entre consumidores y expertos.

"Tempranillo es una variedad que nos permite vinos atractivos, elegantes, que se acomodan a cualquier paladar. Pero el mercado quiere novedades y le proponemos otra faceta con nuevas variedades, incluso con el vino blanco, en el que vemos una estrategia de futuro para la DOC", ha confesado Lapuente.

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