Controla Club: El ruido nocturno en València está condicionado por el turismo

El ruido nocturno en verano en València está condicionado por la actividad turística y vacacional de la ciudad, según un[…]

El ruido nocturno en verano en València está condicionado por la actividad turística y vacacional de la ciudad, según un primer balance del Estudio sobre el Ruido Nocturno en València que efectúa la asociación Controla Club, que cuantifica el tráfico, los "lateros" o los músicos en las zonas de ocio.

El estudio se ha iniciado este mes de agosto en diferentes zonas de ocio como Russafa, el Carmen, Cánovas o el Paseo Marítimo y está dirigido a analizar el impacto de las actividades recreativas y las causas del ruido nocturno en la ciudad.

Según un comunicado de Controla Club, pese a los datos recabados en verano, y teniendo en cuenta la incidencia del turismo, se continuará trabajando con motivo del inicio de la temporada de otoño, en un contexto de ocio protagonizado por la población local y el colectivo universitario, para llevar a cabo un estudio en profundidad que "permita encontrar soluciones".

El estudio, que, pretende "minimizar el impacto de estas actividades en la ciudad", está llegando a su ecuador, y permite cuantificar la presencia del tráfico rodado en las zonas de ocio, el número de "lateros" existentes, que distribuyen "miles de latas de cerveza que multiplican y reparten el botellón por la ciudad", o la cantidad de músicos ambulantes que recorren las terrazas.

Más allá de los indicadores que tradicionalmente se relacionan con el ruido nocturno o la aglomeración de personas fumando en la calle, y el fenómeno del botellón, el análisis ha permitido, hasta el momento evidenciar una serie de singularidades que ayudan a entender mejor las actividades de ocio nocturno de la ciudad.

Como ejemplos, Controla Club destaca la intensidad del tráfico rodado en determinadas calles del barrio de Russafa, donde llega a contabilizarse cien vehículos en cinco minutos en la calle Literato Azorín, la presencia nocturna de espectáculos y tragafuegos para turistas en la Plaza de la Virgen, o la popularización de las "cenas a la fresca" en el Paseo Marítimo.

Además, el estudio ha permitido detectar y cuantificar la presencia de decenas de "lateros", la circulación periódica de músicos ambulantes en los restaurantes y terrazas de Cánovas, y las concentraciones festivas de turistas extranjeros jóvenes, que surgen a partir del "fenómeno Erasmus".

Más allá de los datos sobre el fenómeno del ruido nocturno, y de acuerdo con las investigaciones que Controla Club desarrolla, esta organización considera "especialmente llamativo" el envejecimiento del público encuestado que sale por las noches, que ha pasado de los 23,25 años en 2009 a 31,20 años en 2017.

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Tras la realización del estudio, que culminará durante el próximo otoño, Controla Club ha dicho que pretende ofrecer tanto al Ayuntamiento de València como a los colectivos sociales y económicos interesados los resultados de este trabajo, que debería contribuir a la puesta en marcha de los correspondientes planes de medidas para luchar contra el ruido nocturno.

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