Coam revisará catálogos urbanísticos y pide que Comunidad proteja patrimonio

El decano del Colegio de Arquitectos de Madrid (Coam), José María Ezquiaga, ofrece a los municipios madrileños asesoramiento técnico gratuito y revisar sus catálogos urbanísticos y pide que el Gobierno regional actúe subsidiariamente para proteger el patrimonio.

Ezquiaga ha recalcado en un desayuno informativo la necesidad de que el Gobierno regional actúe proteger el patrimonio arquitectónico en el caso de que los Consistorios no muestren sensibilidad para asegurar aquellas construcciones que tengan elementos de valor reconocido, para lo que podría ser necesario modificar la ley.

Por su parte, el Colegio de Arquitectos de Madrid asesorará en la realización de planes generales nuevos y redoblará sus esfuerzos para dar a conocer la arquitectura contemporánea.

Además, enviarán a los Consistorios separatas con los edificios de valor de sus territorios, que están glosados en unas guías editadas por el COAM junto a la Comunidad de Madrid.

Ezquiaga ha atribuido a la falta de sensibilidad el derribo este mes de la Casa Guzmán -"un verdadero incendio", a su juicio- construida en Algete en los años setenta por el arquitecto Alejandro de la Sota Martínez y que considera "un proyecto seminal que luego se ha desplegado a través de muchísimas obras".

"Los edificios de valor de Madrid están identificados y todos tienen una reseña como mínimo", en las guías editadas junto a la Comunidad, que Coam define como "un inventario de bienes con algún mérito" en el que "ningún edificio debería demolerse sin alarma y reflexión".

El Coam, que también culpa del derribo al Ayuntamiento de Algete por no proteger la construcción en su catálogo, recuerda que no tiene capacidad para paralizar un derribo y se compromete a hacer pedagogía, aunque pide medidas cautelares para que se dé la alerta en estos casos.

Para Ezquiaga la Casa Guzmán es más valiosa para la arquitectura que el edificio España de la capital, porque en ocasiones hay "casas pequeñas que suponen un espacio de experimentación", cualidad de la Casa Guzmán, que no se protegió porque "no hubo el conocimiento o a la sensibilidad respecto a que era un edificio singular".

Según el arquitecto a la hora de proteger el patrimonio hay dos criterios, el técnico, si la construcción es o no importante en la historia de la arquitectura, caso de la Casa Guzmán, y la opinión pública, que el edificio forme parte de la "memoria pública", el criterio que se ha seguido en el caso del edificio España.

El decano se ha referido a la polémica en torno a si el edificio España se podía demoler entero y reconstruirse "parecido", como proponía Wanda, o no, como sostenía el Consistorio y ha defendido que en estos casos se aplique "un criterio de autenticidad" porque entre una reproducción y un original hay "un abismo".

"La catedral de Burgos no es la misma si tiene las piedras que pudo tocar el Cid que si se reconstruye con fibra de vidrio", ha ejemplificado Ezquiaga, para quien si se pierde la autenticidad de un bien protegido se pierde su valor, un criterio global que emana de la Unesco.

La Casa Guzmán "no es un edificio histórico, pero sí es un edificio de valor", ha recalcado, Ezquiaga que ha explicado que hay conocimiento sobre qué elementos históricos y modernos se deben proteger pero se debate el nivel de protección, motivo por el que ofrecen asesoramiento técnico a los municipios.

Con todo "la decisión de protegerlo o no es política y debe tomarse en función de la opinión pública", que depende de la educación, ha subrayado Ezquiaga que apunta que los criterios de protección "deben surgir del debate público".

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