Centro tecnológico guipuzcoano acoge expertos del proyecto ITER
Hasta 130 investigadores europeos se reúnen estos días en el Centro de Estudios e Investigaciones Técnicas de Gipuzkoa (CEIT-IK4) para[…]
Hasta 130 investigadores europeos se reúnen estos días en el Centro de Estudios e Investigaciones Técnicas de Gipuzkoa (CEIT-IK4) para colaborar en el desarrollo de la que a día de hoy es la mayor iniciativa del mundo para obtener energía no contaminante, según un comunicado de esta compañía.
Se trata del proyecto ITER y de su siguiente generación, DEMO, cuyo fin es obtener energía eléctrica de la fusión de hidrógeno, "un combustible prácticamente inagotable, en un proceso sin emisiones que aceleren el cambio climático y con apenas residuos nucleares", de acuerdo con su descripción.
La construcción de ITER, que comenzó en 1986 en el sur de Francia, parte del acuerdo alcanzado inicialmente por la Unión Europea, Estados Unidos, Japón y la extinta URSS, al que más tarde se adhirieron China, India y Corea, con la intención de dar respuesta al incremento del consumo energético con fuentes de energía no contaminantes.
Con un presupuesto de 24.000 millones de euros, está considerado "el quinto proyecto más costoso de la historia tras el programa Apolo, la Estación Espacial Internacional o el sistema GPS", pero con unas perspectivas brillantes ya que se espera que sea la primera máquina que produzca más energía de la que consume.
Es, además, el proyecto científico "más complejo de la historia" ya que cada socio implicado fabrica en su país distintas partes de la máquina -que constará de 10 millones de elementos- que serán posteriormente ensambladas en una parcela de 42 hectáreas de extensión en la localidad francesa de Cadarache.
La máquina es un reactor que calentará el hidrógeno -deuterio y tritio- hasta los 150 millones de grados, temperatura diez veces superior a la del núcleo del Sol, y generará así 500 megavatios de potencia térmica, lo que permitirá según el comunicado "reemplazar a los combustibles fósiles y complementar la eólica, solar y resto de energías renovables".
Las características de este proceso de fusión nuclear, que obligará a los materiales empleados a soportar temperaturas y cargas térmicas muy altas, exige desarrollar materiales resistentes a la radiación y éste es el objetivo de CEIT-IK4, involucrado en el desarrollo de aceros especiales, así como aleaciones de wolframio resistentes a la oxidación.
De momento, se ha completado el 50 % del proyecto para el primer ensayo o 'Primer Plasma', previsto para finales de 2025. EFE.
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