Pánico vendedor en Wall Street: El Dow Jones se hunde un 4,6%

La Bolsa de Nueva York ha sufrido una dura caída del 4,62% para su principal indicador, el Dow Jones, que pìerde en el intradía más de 1.600 puntos, en lo que es la mayor destrucción de puntos de la historia en una sola jornada. En algunos momentos cerca del final de la sesión, la volatilidad ha sido extrema y se ha sentido auténtico pánico vendedor. Además, el S&P500 ha retrocedido un 4,1% y marca ya una caída superior al 5% desde sus máximos históricos. 

La Bolsa de Nueva York ha sufrido una dura caída del 4,62% para su principal indicador, el Dow Jones, que pìerde en el intradía más de 1.600 puntos, en lo que es la mayor destrucción de puntos de la historia en una sola jornada. En algunos momentos cerca del final de la sesión, la volatilidad ha sido extrema y se ha sentido auténtico pánico vendedor. Además, el S&P500 ha retrocedido un 4,1% y marca ya una caída superior al 5% desde sus máximos históricos, en tanto que el Nasdaq retrocede un 3,8%. 

En Europa, la sesión de hoy dará mucho que hablar porque los futuros del Dax bajan un 4%, por un 3% que pierden los del Ibex 35, lo que dejará al selectivo español en los 9.700 puntos, de seguir así las cosas. Y a todo esto, el Dow Jones ya se ha comido la subida de casi el 6% que amasó en enero, así que el selectivo estadounidense vuelve a la casilla de salida. 

El hundimiento del mercado ha sido general y ha golpeado con especial violencia al sector financiero, que se desploma más de un 3% y al de energía, que acumula pérdidas de similar cuantía. En la sesión del viernes, la peor que ha tenido el mercado bursátil neoyorquino en cerca de dos años, el Dow Jones terminó con una caída del 2,54 % o 666 puntos, pero hoy ha ido un paso más allá. 

En algunos momentos, el desplome ha llegado a tal extremo que los responsables del parque bursátil se han visto obligados a aclarar que, en principio, el derrumbe de hoy no está ligado a ningún problema técnico, y dijeron, en cambio, que la oleada de ventas fue canalizada apropiadamente sin que hubiera una acumulación especial. Sí destacaron que las órdenes de venta fueron recibidas durante un breve período de tiempo, especialmente en la última parte de la jornada.

Todo esto ha sucedido justo el mismo día en que Jerome Powell ha jurado su cargo como nuevo presidente de la Reserva Federal, y seguro que jamás olvidará el recibimiento que le ha ofrecido Wall Street. El informe de empleo del viernes fue una bomba de destrucción masiva, y acrecentó los temores de los inversores a un crecimiento rápido de la inflación; mostraba crecimiento de los puestos de trabajo, pero sobre todo de los salarios, lo que tarde o temprano se trasladará a los precios y obligará a Powell a ser más agresivo con las subida de tipos.

Por eso, los precios de los bonos han caído con fuerza y la rentabilidad de la deuda estadounidense a diez años ha escalado hasta el 2,88%, aunque hoy se movía ligeramente a la baja, hasta el 2,79%, demasiado tarde para calmar los nervios de un mercado donde hay muchas plusvalías acumuladas, y todavía existe más miedo a perderlas de un plumazo. 

Los analistas tratan de lanzar un mensaje sosegado, pero veremos cómo encaja Wall Street el varapalo de hoy. "No significa que el mercado alcista haya terminado sino que simplemente elimina algo de exuberancia irracional en las acciones y nos deja en una línea de tenencia más sostenible", explica a 'Marketwatch' Randy Fredederic, vicepresidente de operaciones del bróker Charles Schwab. Michael Wilson, de Morgan Stanley, asegura que no tiene prisa por "comprar las caídas" y expresa sus dudas sobre la recién aprobada reforma fiscal y sobre el papel de la FED. 

La sesión de hoy había comenzado a la baja, pero tuvo una cierta recuperación una hora después, aunque hacia las 13.00 hora local (18.00 GMT) comenzaron a derrumbarse los principales indicadores y desde entonces no han logrado levantar cabeza. 

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Ya desde el viernes los analistas consideraban que esos avances eran ya insostenibles, lo que justifica las caídas más recientes, aunque insisten en que nada indica que exista el riesgo de una recesión en el horizonte. Al contrario, cerca del 80 % de las firmas incluidas en el S&P 500 que han dado a conocer sus resultados trimestrales en los últimos días han aportado unos beneficios que superan las expectativas del mercado.

Aun así, análisis técnicos de la cadena CNBC indican que el flujo de ventas ha estado hoy muy por encima del de compras por parte de operadores que aprovechaban los bajos precios, por lo que se anticipa que la corrección se mantendrá en la siguiente sesión.

Ninguno de los sectores se salvó. Los que más perdieron fueron el de salud (-4,30 %), el industrial (-4,04 %) y el financiero (-4,01 %). Pero también destacó la caída del sector energético (-3,75 %) y la del tecnológico (-3,71 %). Tampoco avanzó ninguna de las firmas incluidas en el Dow Jones, aunque la que menos perdió fue Apple, un 2,50 %.

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En cambio, las caídas más pronunciadas dentro de ese grupo fueron las de Boeing (-5,74 %), la petrolera ExxonMobil (-5,69 %) y la cadena de bricolaje Home Deport (-5,60 %). Fuera del Dow Jones, el cuarto grupo bancario de EEUU, Wells Fargo, perdió un 9,22 %, en la primera reacción a las medidas anunciadas al cierre del viernes por la Reserva Federal.

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