Los taxistas se paran junto al aeropuerto hasta que vaya alguien del Gobierno

Los taxistas lusos que hoy se manifiestan en Lisboa en contra de la anunciada legalización de Uber se han paralizado en una rotonda cercana al aeropuerto, de la que aseguran no se irán hasta que acuda alguien del Gobierno a hablar con ellos.

"No salimos de aquí hasta que no venga alguien del Gobierno o de la Presidencia de la República", aseguró a la prensa el presidente de la Federación Portuguesa del Taxi (FPT), Carlos Ramos.

Con él coincidió el representante de la Asociación Nacional de Transportadores Ligeros en Carretera (Antral), Florencio Almeida, quien acusó a la Policía de provocarles.

La rotonda en la que permanecen concentrados varias decenas de taxis se encuentra a la salida del aeropuerto, la primera parada clave de la marcha de los conductores, que comenzó alrededor de las 09.00 hora local (08.00 GMT) vigilados por un amplio despliegue policial.

En este punto comenzaron a registrarse enfrentamientos entre los taxistas y los agentes, a los que acusan de impedirles continuar el recorrido, que tenía previsto concluir en la sede del Parlamento luso, y de no hacer nada contra las "provocaciones" de Uber, cuyos vehículos continúan hoy transportando a sus clientes.

Tras un tenso intercambio de empujones e insultos, los taxistas se han paralizado en ese lugar, donde la tensión va en aumento y ha provocado ya el arresto de uno de los manifestantes.

Los taxistas lusos protestan por la normativa que el Gobierno espera aprobar este mes para legalizar la actividad de plataformas de transporte como la estadounidense Uber o la española Cabify, que pasarán a ser consideradas "prestadoras de servicios de tecnología".

Esto implica que, sin contar con los beneficios fiscales a los que tienen acceso los taxistas, podrán operar con permiso previo del regulador de transportes, además de que estarán obligados a tener sede o representante legal en Portugal y emitir factura electrónica.

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