Los 'hedge funds' y el caótico Trump le dan otro impulso al oro

El caos que se ha instalado en los despachos de Washington es motivo suficiente para que el oro vuelva a[…]

El caos que se ha instalado en los despachos de Washington es motivo suficiente para que el oro vuelva a brillar con fuerza en la recta final del verano. Y es que Donald Trump no deja pasar la ocasión de pisar todos los charcos que se le presentan, lo que hace dudar a los inversores de que este año pueda sacar adelante los planes de inversión y la reforma fiscal, que han sido la base del rally alcista post electoral. La última ha sido el despido de Steve Bannon, el arquitecto de su campaña electoral y, hasta ahora, una pieza esencial en el Despacho Oval. 

Todo comenzó a torcerse con los sucesos de Charlottesville y la supuesta simpatía de Trump (luego desmentida) hacia los 'supremacistas' blancos, lo que provocó una oleada de indignación entre la clase política y empresarial de Estados Unidos. A partir de ahí, los inversores con mayor aversión al riesgo han comenzado a refugiarse en el oro, que ahora se mueve en el entorno de los 1.290 dólares por onza y lucha contra la dura resistencia de los 1.300 dólares, contra la que se ha estrellado este año hasta en tres ocasiones.

A ello hay que sumar las tensiones con Corea del Norte, que parecían haberse calmado pero vuelven a reavivarse esta semana con el inicio de las maniobras anuales entre Estados Unidos y Corea del Sur. Y junto con la 'excusa' de los atentados terroristas en Barcelona y Cambrils, forman la combinación ideal para que el oro vuelva a la carga de nuevo. 

"Los inversores buscan seguridad", dice Chad Morganlander, gestor de la firma Stifel Nicholaus. En su opinión, "estamos en aguas inexploradas cuando se trata de la hostilidad política" dentro y fuera de Estados Unidos. En medio de este panorama, los grandes 'hedge funds' han entrado con fuerza en el mercado y han incrementado sus posiciones netas (diferencia entre largos y cortos) en un 30% hasta la semana que finalizó el pasado 15 de agosto, según datos del Commodity Futures Trading Comision estadounidense (CFTC). 

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En lo que llevamos de año, los futuros del oro llevan una subida del 12%. El pasado viernes llegaron a tocar los 1.306 dólares, aunque ayer a mediodía se negociaban a 1.293 dólares. Aunque la barrera de 1.300 dólares es una dura resistencia, analistas e inversores ven posibilidades de que la alzas sigan su curso, como así opinan más de la mitad de los expertos consultados por Bloomberg, cuyas perspectivas son alcistas. 

A principios de mes, uno de los pesos pesados del mercado, Ray Dalio, gestor del 'hedge fund' Bridgewater, ya sugirió a los inversores la necesidad de mantener en oro entre el 5% y el 10% de la cartera. En su opinión, esto se justificaba por las tensiones con Corea del Norte y por la incapacidad que tendrá Trump de cerrar un techo para la deuda, lo que llevará a un 'default técnico' o cierre temporal del Gobierno, con la consecuencia pérdida de confianza entre los inversores. 

Con todo, conviene ir con cuidado. "Hay un interés renovado en el oro, pero hay inversores que lo quieren solo a corto plazo", dice Peter Sorrentino, gestor de Comerica AM. Así, los 1.300 dólares ha sido el "punto mágico" en el que se han disparado las ventas este año hasta en dos ocasiones, avisa este experto.

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