La cocina hawaiana se hace un hueco en nuestro día a día

Con cinco establecimientos en Madrid y uno en Málaga la cadena de restauración ultima el salto a Brasil con un modelo de master franquicia.

Dos jóvenes madrileños Jaime Farto y David Salvador se lanzaron a montar la startup Tasty Poke Bar sin ningún tipo de experiencia en el sector de la restauración. Conocieron el modelo de negocio en Estados Unidos y decidieron traerlo a España para hacerlo suyo. Y acertaron. Tras abrir el primer restaurante en la céntrica calle de San Bernardo en Madrid, hace menos de un año y medio, cuenta ya con otros cuatro establecimientos en la Comunidad de Madrid y otro más en la ciudad de Málaga.

El rápido crecimiento del negocio ha provocado que estén con los últimos retoques para abrir un restaurante en Sao Paul, Brasil, gracias al modelo de negocio de master franquicia. Además, esta inminente apertura internacional les colocará como la primera cadena de poke a nivel internacional.

Pero, ¿qué es el poke? El poke es un plato de origen hawaiano con fusión japonesa y que se sirve en un bol. Consiste en una comida saludable y fresca, «muy nutritiva y que incluye todo en uno», comentan los fundadores de Tasty Poke. Y es que el plato consta de un ingrediente base para realizar una ensalada con proteínas, 'toppings', salsas y especias, para crear un plato a tu gusto con multitud de ingredientes posibles. Más concretamente, los denominados «pokebowls» son unos platos con base de arroz y vegetales que se mezclan con pequeños tacos de pescado macerado en soja y aceite de sésamo, junto a una gran variedad de ingredientes frescos como verduras y frutas aderezados con un toque «de lo más exótico», cuentan desde Tasty Poke.

De los milleNnials al público general

Los fundadores explican que el plato empezó siendo «una moda entre la gente más joven pero, con el paso del tiempo, con el boca a boca, una imparable campaña de marketing por Instagram y un cuidadoso manejo del negocio cuidando al cliente, ha llegado a todos los públicos». Los «pokebowls», que también cuentan con opción vegana y otra sin gluten, cuestan entre 12 y 14 euros de media y se pueden degustar tanto en los restaurantes como a domicilio.

La decoración, punto clave

Con arquitectos en la sombra. El arquitecto Jorge Farto, hermano mayor de Jaime -socio en la startup-, comenzó con el asesoramiento de la reforma del primer local y después su colega Jorge Rey tomó las riendas del proyecto a través de su empresa.

Comer en Hawái. La decoración de los locales se enfoca con colores cálidos para hacer sentirse a los clientes como «en un paraíso». La idea final es apostar por lo «tropical» y el efecto «salvaje» para transportar al comensal hasta Hawái.

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Sin olvidar lo urbano. Pese a buscar que el cliente tenga la sensación de estar en un local hawaiano, se crean varios rincones con diferentes ambientes para crear una «fusión perfecta» entre lo rústico y lo urbano. Todo acompañado de una iluminación que dé visibilidad tanto a los productos frescos como a la cocina del restaurante y, a su vez, una calidez acogedora para los comensales.

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