Cliente o accionista de Banco Popular: ¿Cómo le afectará una hipotética venta?

La situación de Banco Popular es crítica. El valor no consigue remontar. La semana pasada se anotó seis jornadas consecutivas[…]

La situación de Banco Popular es crítica. El valor no consigue remontar. La semana pasada se anotó seis jornadas consecutivas de caídas que hicieron que el valor se dejara otro 22% hasta cotizar en torno a los 0,654%. Y todo apunta a que la única salida que tendrá la entidad es poner el cartel de 'Se Vende' y que Santander, BBVA o Bankia, los tres candidatos que descuenta el mercado para hacerse con el banco que preside Saracho, presenten oferta.

Victoria Torre, responsable del desarrollo de contenidos, productos y servicios de SelfBank, reconoce que "las opciones para Popular no parecen muchas" y habría que elegir entre ampliar capital o la venta. Saracho reconoció durante la junta de accionistas Saracho resumió perfectamente la situación del Popular con estas palabras: "A día de hoy, Popular es el resultado de dos grandes negocios: activos inmobiliarios, cuya valoración es compleja y están destinados a ser desinvertidos en un mercado seco; y un banco con buenos resultados operativo en un mercado con expectativas de normalización de tipos de interés". Entre las partes del negocio que podrían ser objeto de venta estarían la gestora o la aseguradora, pero en este caso los ingresos no serían suficientes para cubrir las necesidades de Popular. "El problema de la ampliación de capital es que sería una más, y los accionistas se encuentran ya escarmentados después de ver cómo el valor ha perdido casi todo su valor en bolsa. Para que una ampliación de capital nueva tuviera éxito se necesitaría un plan de viabilidad claro, con una hoja de ruta que convenciera a los inversores", señala Torre.

Ya en su momento se habló de la posibilidad de separar activos nocivos y las valoraciones que se ofrecieron no terminaron de ser creíbles.

Sergio Puente explica que la mejor salida para cualquier empresa en problemas pasa por "focalizarse en en core bussiness, a través de un desampalancamiento y una reestructuración interna.

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Si se vende, ¿qué supondrá para los accionistas?

Si finalmente la opción es elegida es la venta de la entidad, los accionistas no saldrán muy bien parados. En palabras de Torre, "posiblemente supondrá una dilución importante para los accionistas, pero por otro pueden ser la única salida a una entidad que está delicada situación", aunque reconoce que tendrían que conocerse las condiciones de la operación. Puente, por su parte, opina que la adquisición de Banco Popular debería ser positiva para los accionistas de la entidad, pues evitaría una ampliación de capital y, por tanto, una "nueva devaluación de sus títulos". Además, al entrar a formar en un banco saneado debería impulsar las acciones.

Qué consecuencias tendrá para los clientes

Estefanía González, portavoz de finanzas personales de Kelisto, señala tres efectos que podría notar el cliente de Banco Popular si finalmente se vende la entidad.

Por un lado, un cambio en el número de cuenta, "Una de las probables consecuencias de la compra de un banco es el cambio del número de la cuenta corriente de los clientes (el IBAN) con el objetivo de integrarlo en el sistema de la nueva entidad, una modificación que también puede afectar a préstamos o cualquier producto que se tenga contratado. Se trata de un mero cambio administrativo que, en el momento de efectuarse, será comunicado al cliente, sin que tenga repercusión o coste". Por lo que el cliente no notará mucho la operación.

Sin embargo, en las dos siguientes sí. En cuanto a las condiciones de las cuentas y otros productos, puede llevar consigo la desaparición de algunos de sus productos y ofertas. "No obstante, los productos que ya tuviera contratado el actual cliente (depósitos, seguros,...) mantendrán sus condiciones iniciales. Eso sí, al vencimiento de los mismos (si se trata de depósitos a plazo, por ejemplo), la nueva entidad podría ofrecer nuevas condiciones de renovación", señala González.

En el caso de contratos indefinidos, como el de una cuenta o tarjeta, la nueva entidad propietaria puede modificar las condiciones, pero siguiendo el procedimiento que marca la ley. Es decir, tendrá que avisar al cliente con un plazo de antelación de un mes, como mínimo, y comunicarle los cambios y los nuevos derechos que se adquieren. Ahora bien, si los cambios son favorables para el cliente (por ejemplo, si aumentara la rentabilidad que dan por los ahorros), el banco podría aplicar los cambios inmediatamente.

Por último, el presumible que el banco comprador lleve a cabo un proceso de cierre de oficinas.

Javier Mezcua, experto de HelpMyCash.com, coincide con González. "Por el contrario, los productos de duración indefinida, básicamente cuentas y tarjetas, si podrían verse modificados. En ese caso, la entidad tendría que avisar al cliente con dos meses de antelación y este podría rescindir el contrato unilateralmente y sin penalización si no está de acuerdo con las nuevas condiciones. Otro efecto que podría tener sobre los clientes una posible integración de Popular en otra entidad sería que una parte de sus ahorros quedasen desprotegidos por el FGD. Mientras Popular siga siendo independiente, sus clientes tendrán garantizados hasta 100.000 euros. No obstante, si llegase a integrarse en otro banco, la cobertura de las dos entidades se unificaría. Los clientes también podrían sufrir un cambio de oficina si la entidad decide reestructurar su mapa de sucursales y cerrar algunas de ellas". 

En cuanto a qué entidad de las posibles compradores es más atractiva para los clientes bancarios, Mezcua destaca que "Bankia y BBVA están apostando por la comercialización de cuentas corrientes sin comisiones e, incluso, sin vinculación (una estrategia propia de la banca online y no tanto de la física). Dos ejemplos son la Cuenta ON de Bankia y la Cuenta Online de BBVA. El caso de Santander es distinto, ya que su producto estrella, la Cuenta 132, tiene una comisión de seis euros mensuales, pero a cambio ofrece unas ventajas inexistentes en las otras dos entidades: rentabilidad de hasta el 3 % TAE, devolución de recibos y acciones de regalo". 

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