Las cuatro razones de la debilidad del dólar

La debilidad del dólar se prolongará a lo largo del año por el apetito hacia divisas con mayor riesgo

 

El dólar sigue sin recuperar los niveles del año pasado y se mantiene a la baja. A principios de este año, en concreto en enero, llegó a marcar los 1,23 dólares. A partir de ahí, el dólar mantuvo la senda bajista hasta los 1,21 dólares. 

Desde Ebury recuerdan que mientras que las bolsas de todo el mundo cayeron, el dólar estadounidense no logró remontar de forma significativa (tendencia que se hubiera podido esperar) frente a la mayoría de las demás divisas.

Asimismo, desde Monex Europe destacan que el billete verde se enfrenta a un mes cargado de incertidumbre, con el debate sobre el paquete de estímulos fiscales tomando el centro de la escena en las próximas semanas. 

Los motivos del descenso del dólar 

Lo cierto es que desde el crack bursátil provocado por la pandemia el dólar comenzó a caer de manera directa y sin freno por cuatro motivos, según Anujeet Sareen, gestor de Brandywine Global, gestora de renta fija de Franklin Templeton.

  • Recuperación global mejorada. Las medidas adoptadas para hacer frente al coronavirus, que incluyen suministros, tratamiento, distanciamiento social, etc., y políticas monetarias y fiscales sustanciales, llevaron a mejorar la perspectiva para la economía global. 
  • Las expectativas de crecimiento se extienden a otros países, no sólo a los Estados Unidos. Así, si las economías del resto del mundo se contrajeron más severamente en la primera mitad de 2020, es probable que estos países también experimenten una recuperación mayor. Cuando el crecimiento de la primera potencial del mundo tiene un rendimiento inferior, particularmente en un entorno de crecimiento global en mejora, el dólar se debilita. 
  • Normalización retrasada. Además de su participación en la relajación de las condiciones monetarias globales, la Reserva Federal (Fed) dio un paso adicional hacia la formalización de metas de inflación promedio. A diferencia de los ciclos anteriores, la Fed no retirará el estímulo a medida que mejore la economía nacional. En cambio, esperará hasta que la dinámica de la inflación esté más arraigada en torno a la meta antes de actuar. 
  • Déficit comercial creciente. Finalmente, la balanza comercial de bienes y servicios de los Estados Unidos se deterioró drásticamente durante los últimos seis meses; el déficit de noviembre fue el mayor en más de una década. 

Perspectivas para el dólar para este año

Sareen también analiza lo que puede deparar al dólar en 2021.

Para empezar, “a medida que el crecimiento de casos de Covid y los esfuerzos de vacunación lleven a los países a la inmunidad colectiva, veremos que la fuerte demanda del sector de servicios también se acelerará este año”, explica Sareen.

Esto seguirá siendo negativo para dólar. De hecho, la encuesta de JP Morgan recogía que el grueso de los gestores de fondos se mantenían cortos frente al dólar.

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A ello se une, que el ahorro de los estadounidenses se verá obstaculizado por la menor posibilidad de gastarlo en servicios todavía, lo que seguirá perjudicando la balanza comercial y, por ende, al dólar.

Por último, no se esperan cambios en la política de la Fed, que mantendrá su visión acomodaticia el tiempo necesario para que la inflación se recupere. 

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