El Fondo Global de Pensiones del Gobierno de Noruega, el mayor fondo soberano con un capital de 7,51 billones de coronas noruegas (823.511 millones de euros), ganó 12.000 millones de coronas (1.316 millones de euros) menos durante la última década como consecuencia de sus criterios éticos, que impiden que los ingresos procedentes del gas y el petróleo se inviertan en fabricantes de armas, tabaqueras o en compañías cuya conducta viola los derechos humanos o las normas éticas fundamentales, según un informe de la entidad.