Las aseguradoras alemanas piden ya contemplar la jubilación a los 69 años
Las aseguradoras alemanas instaron hoy al gobierno a contemplar la subida de la edad de jubilación otros dos años, hasta[…]
Las aseguradoras alemanas instaron hoy al gobierno a contemplar la subida de la edad de jubilación otros dos años, hasta los 69, como única fórmula para lograr la sostenibilidad a largo plazo de la financiación de las pensiones, en jaque por el envejecimiento de la sociedad.
La Asociación del Sector Asegurador Alemán pidió hoy acabar con el "tabú" de una nueva subida de la edad de jubilación -la última, de los 65 a los 67, se aprobó en la primera legislatura de la canciller Angela Merkel (2005-2009)- y propuso a la Comisión de Pensiones del Gobierno alemán que contemple con realismo esta opción.
Consideran que es la mejor fórmula para financiar las pensiones, aunque reconocen que habría que contemplar excepciones para aquellas personas que no puedan trabajar hasta esa edad.
La propuesta de las aseguradoras llega un día antes de que se reúna la Comisión de Pensiones, el organismo de expertos del Ejecutivo que debe proponer para 2020 fórmulas para asegurar la viabilidad financiera del sistema público de pensiones más allá de 2025.
La cuestión es de extrema importancia para Alemania, uno de los países más envejecidos del mundo con Japón, porque en los próximos años se empezará a jubilar de forma progresiva la numerosa generación de los nacidos después de la II Guerra Mundial, que hasta ahora contribuía al sistema.
A corto plazo, apuntan los expertos, la inmigración cualificada puede suplir en parte esos trabajadores nacionales que se jubilan, pero así no se podrá resolver completamente el problema financiero del sistema de pensiones.
Según estimaciones del Instituto Prognos, en 2040 el presupuesto nacional deberá contemplar hasta 100.000 millones de euros más para pagar las pensiones si se mantienen los parámetros actuales de edad de jubilación, contribuciones y nivel de las pensiones.
La gran coalición de conservadores y socialdemócratas encabezados por Merkel cerró en su acuerdo de gobierno mantener hasta 2025 el nivel de la pensión de cada trabajador en el 48 % de su salario medio y limitar al 20 % del sueldo bruto las cotizaciones.