Aranburu (LAB) carga contra el PNV por el "macroproyecto" de la incineradora

La secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu, ha rechazado hoy la construcción de la incineradora de Zubieta al asegurar que[…]

La secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu, ha rechazado hoy la construcción de la incineradora de Zubieta al asegurar que se trata de un "macroporyecto" impulsado por la Diputación que preside el PNV en beneficio "de unos pocos y en detrimento de la gran mayoría social".

Aranburu ha hecho estas declaraciones en la Plaza Easo de San Sebastián, donde se ha acercado para apoyar a las seis personas que secundan desde el pasado miércoles una huelga de hambre para expresar su protesta por la ejecución de esta infraestructura.

La máxima dirigente de LAB ha asegurado que la construcción de esta planta hipotecará a la ciudadanía de Gipuzkoa "muchísimos años" e impedirá que se desarrollen otro tipo de políticas sociales.

En su opinión, este proyecto evidencia, "una vez más, que se hace política para beneficiar a unos pocos, para beneficiar a una elite económica".

"En este macroproyecto se verán beneficiadas grandes empresas y entidades financieras", ha rechazado Aranburu, convencida de que éste es el tipo de política que impulsa la Diputación de PNV-PSE.

Frente a esto, Garbiñe Aranburu ha apostado por poner en marcha otro tipo de medidas en la gestión de los residuos que apuesten por la reducción y el reciclaje para evitar así la incineradora.

Junto a Aranburu también han intervenido Iñaki Armendariz, de Hernani Zero Zabor, y Teresa López de Muniain, de Donostia Bizirik, dos de las seis personas que secundan esta huelga de hambre.

López de Muniain ha advertido de que existen "estudios determinantes" sobre los "perjuicios" de la incineración en la salud.

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Por este motivo, ha abogado por agotar "todas las vías legales" para que no se construya esta planta ya que, en su opinión, hay "alternativas" pese a los falsos "mitos" que se intentan difundir.

López de Munian ha destacado el esfuerzo físico y personal que supone seguir durante siete días una huelga de hambre cuyo principal objetivo es lanzar un mensaje no solo a los políticos, que "ya tienen los informes médicos sobre su mesa", sino principalmente a los ciudadanos.

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