¿Se calentará la banca con la gran fusión alemana?
Ha sido un rumor recurrente durante muchos meses hasta que al final, Deutsche Bank y Commerzbank, los dos bancos más[…]
Ha sido un rumor recurrente durante muchos meses hasta que al final, Deutsche Bank y Commerzbank, los dos bancos más grandes de Alemania, han confirmado que trabajan en su fusión. De salir adelante, la operación alumbrará el nacimiento del tercer banco más grande de Europa, con un volumen de activos de unos dos billones de euros, 140.000 empleados y unos depósitos de 840.000 millones de euros. Será un parto con dolor, no exento de dificultades, entre ellas, las múltiples trabas regulatorias y legales que pueden surgir a nivel comunitario o los 30.000 empleos que, a nivel interno, los sindicatos alemanes calculan que se perderán. Además, tampoco está tan claro que juntando dos bancos en dificultades vaya a salir una entidad mejorada. Sin embargo, el sectorial europeo recogió la noticia con importantes subidas, confiando en que esta sea la espita que abra el camino hacia nuevas fusiones bancarias. Pero está por ver y por demostrar, porque los expertos tienen sus dudas y, con una previsión de que los tipos de interés no suban hasta octubre del año que viene, no tienen claro que aquí vaya a estar el catalizador que necesita el sector para volver a brillar.
Es evidente que las ventajas de la fusión son muy tangibles, y según calculan los analistas de Bloomberg Intelligence, las sinergias podrían rondan los 3.000 millones de euros. En este sentido, añaden en S&P Global Ratings, «una fusión bien ejecutada entre Commerzbank y Deutsche Bank podría ofrecer considerables ganancias en eficiencia, sinergias de financiación y beneficios de franquicia, sobre todo a nivel doméstico». El problema de fondo para los dos entidades alemanas, pero también para toda la banca europea, es el mismo: los ingresos están estancados y los márgenes muy dañados, sobre todo cuando los tipos no se espera que suban hasta mediados del año que viene. Por eso, dicen en Bloomberg Intelligence, «la consolidación interna de los bancos europeos es un mal necesario». Otra cosa es que esto sea sencillo de lograr y que los bancos europeos lo vayan a descontar con avances en bolsa.
En opinión de Juan José Fernández-Figarés, director de Análisis de Link Securities, es posible que continúe la recuperación de las cotizaciones de los valores bancarios a corto plazo, aunque ve «complicado que el impulso sea duradero, a no ser que se comience a hablar de nuevo de otras potenciales operaciones de recuperación». A su modo de ver, «el sector se enfrenta a un escenario complejo, de bajos tipos de interés y reducida actividad económica, lo que va a seguir penalizando sus márgenes y su rentabilidad sobre fondos propios y, con ello, su valoración». En este sentido, Carlos Farrás, socio director de DPM Finanzas, apunta que, «teniendo en cuenta las bajas valoraciones que está cotizando el sector en Europa, cualquier noticia positiva puede hacer que veamos recuperaciones en las cotizaciones de la banca». Sin embargo más, que operaciones societarias, «el sector lo que necesita es una normalización de los tipos de interés y recuperación de márgenes, algo que parece poco probable en el corto plazo teniendo en cuenta las previsiones del BCE», sostiene Farrás.
Beneficios poco claros
También hay que tener en cuenta, como explica Victoria Torre, analista de SelfBank, que «la aparición de un gran banco nacional alemán podría repercutir en la rentabilidad de los bancos pequeños y medianos europeos, ya que se prevé que podría aumentar su participación fuera de las fronteras alemanas». Esta experta no tiene muy claro que la suma de Deutsche Bank y Commerzbank vaya a resultar muy beneficioso para el sector bancario europeo, como tampoco lo tiene Nuria Álvarez, analista de Renta 4 Banco, cuando recuerda que en una operación de fusión son muchas las derivadas a tener en cuenta, competencia, reguladores, financiación de la operación, gastos, etc. Por eso, al depender de tantos factores y tan diversos, «decir que una fusión es la solución a los problemas de rentabilidad no es lo más correcto», recuerda Álvarez.
En el caso de los bancos españoles, tampoco hay que esperar un sector en ebullición debido a la operación de los bancos alemanes. «Las fusiones entre entidades españolas van a costar más debido a la estrategia que están siguiendo los propios bancos», apunta Álvarez, mientras recuerda que la tendencia de las entidades nacionales es ir creando negocio fuera del país. A corto plazo, «no veo más fusiones en España», dice esta experta. En este sentido, Farrás reconoce que la concentración de los bancos españoles podría incrementar los beneficios pero «el objetivo final no debería ser tener grandes instituciones con estructuras pesadas y que por la menor competencia puedan aumentar sus tarifas al cliente, sino que aprovechen la escalabilidad para construir una estructura más flexible y optima que les permita además salir a competir en otros países europeos».
Por no gustar, ni siquiera este matrimonio agrada en las altas esferas europeas. Así, el presidente del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE), Andrea Enria, en una entrevista con 'Financial Times', se ha mostrado contrario a la idea de impulsar fusiones en el sector bancario y ha declarado que «no me gusta particularmente la idea de campeones nacionales, de campeones europeos; especialmente cuando eres un supervisor, no debes promover ninguna estructura en particular», ha matizado.