Comienzan las obras para desmantelar la línea eléctrica Vic-Bescanó

Los trabajos para desmantelar la línea eléctrica de 220 kilovatios Vic-Bescanó han comenzado este viernes como parte del proceso de construcción de la nueva infraestructura eléctrica que garantizará el suministro eléctrico de las comarcas de Girona.

Esta obra de restauración paisajística forma parte de los acuerdos de la Generalitat, los municipios afectados y la Red Eléctrica de España para la construcción de la nueva línea de 400 kilovatios Sentmenat-Bescanó-Santa Llogaia.

En un comunicado, la Generalitat ha precisado que estas actuaciones culminan el proceso de construcción del proyecto acordado, que ha incluido la compactación de la nueva línea con otras líneas eléctricas que discurrían en paralelo.

"Hoy ponemos punto y final a un proceso muy largo y complejo. Hemos sacado adelante una infraestructura energética vital para Cataluña, hemos minimizado su impacto sobre el territorio y hemos demostrado que todas las partes implicadas han cumplido sus compromisos", ha asegurado la consellera de Empresa y Conocimiento, Àngels Chacón.

El objetivo de los acuerdos alcanzados era minimizar el impacto de la nueva infraestructura mediante la compactación con otras líneas cercanas y el desmantelamiento de los tramos anteriores, entre otras.

Así, Cataluña se ha dotado de una infraestructura para garantizar el suministro eléctrico en las comarcas de Girona y para facilitar la evacuación de energías renovables en la red, y lo ha hecho sin aumentar la afectación sobre el territorio ni la población.

"Hemos cumplido con el compromiso y con la demanda territorial de restituir el paisaje en el tramo de 220 kilovatios entre Vic y Bescanó gracias a que hoy por fin disponemos del nuevo eje de 400 kilovatios que aporta calidad y seguridad de suministro a estas comarcas", ha dicho la directora general de Transporte de la REE, Eva Pagán.

En concreto, se han llevado a cabo trabajos de compactación sobre el mismo trazado de la nueva línea de 400 kilovatios de la línea Vic-Bescanó de 220 kilovatios, la línea Vic-Girona de 110 kilovatios, la línea de 220 kilovatios Bescanó-La Farga y la línea de 132 kilovatios Julià-Figueres, y su posterior desmantelamiento.

La nueva línea se situó en la ubicación más alejada de los núcleos poblados, para reducir el impacto visual, y el desmontaje facilita la recuperación de espacios paisajísticos y naturales.

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