El Gobierno no recibirá al Aquarius porque «España no es puerto más cercano»

La nueva llamada de auxilio del Aquarius, de nuevo sin destino por aguas del Mediterráneo, con 141 inmigrantes a bordo[…]

La nueva llamada de auxilio del Aquarius, de nuevo sin destino por aguas del Mediterráneo, con 141 inmigrantes a bordo rescatados frente a las costas de Libia, pone de nuevo al Gobierno de Pedro Sánchez en una tesitura complicada. Un equilibrio entre mantener un discurso de buenas intenciones en materia migratoria pero que contrasta con la convicción propia y la demanda de la UE de que no se puede actuar de forma unilateral.

El Gobierno de España resolvió la crisis de junio ofreciendo Valencia como puerto seguro al Aquarius tras el cierre de los puertos en Italia. Fue una de las primeras decisiones de Sánchez, que fue bien acogida en un principio en el seno de la UE porque resolvía un problema inmediato. Y situaba a España en el seno del debate de la política migratoria como actor principal.

Pero la realidad posterior ha sido tozuda. El Gobierno ha abrazado con fuerza el discurso del «desafío común». Después de que desde la UE, especialmente Francia y Alemania, fuesen claros demandando «coordinación» y evitar nuevas «acciones unilaterales». A eso se ha unido la demanda de la Junta de Andalucía, que recibe en sus costas los mayores flujos de inmigración irregular, de reclamar más fondos al Gobierno.

Tras ese primer gesto con el Aquarius el Gobierno supo que actuar con el mismo patrón a largo plazo no iba a ser posible. Ahora, ante esta nueva llamada de auxilio, y después de que Barcelona se haya ofrecido para recibir el barco, el Gobierno considera que en estos momentos España no es el destino adecuado para el buque: «España no es el puerto más seguro porque no es el puerto más cercano según lo establecido en el derecho internacional», dicen fuentes del Gobierno.

Más información

En portada

Noticias de