El PNV vuelve a dar apoyo a los Presupuestos, que ya solo necesitan una votación más para ser aprobados

El PNV ha vuelto a apoyar la aprobación de las enmiendas parciales a los Presupuestos Generales del Estado que se[…]

El PNV ha vuelto a apoyar la aprobación de las enmiendas parciales a los Presupuestos Generales del Estado que se han votado este miércoles al mediodía en el Congreso de los Diputados y han superado un nuevo trámite por más votos a favor que en contra.

Se trata de la segunda de las tres votaciones que debe celebrar el Pleno para
aprobar las nuevas cuentas, ya que el dictamen de cada sección debe votarse por separado. De esta manera, el grupo vasco aún puede tumbar el proyecto entero si decide retirar su apoyo en la última tanda de votaciones, que tendrá lugar esta tarde. Entre ayer y esta mañana se ha aprobado el grueso de los dictámenes por mayoría simple: más votos a favor que en contra.

El portavoz del partido vasco, Aitor Esteban, sigue sin confirmar a esta hora cuál será la posición del grupo en la última votación. «No hay novedad. Mi ejecutiva está reunida y cuando me digan algo yo les contaré a ustedes todos los detalles», ha señalado en los pasillos del Congreso, justo antes de entrar en el Pleno para las votaciones.

Sin embargo, a diferencia de las anteriores ocasiones en las que el grupo vasco ha tenido en su mano el destino de una trascendente votación, la expectación brilla este miércoles por su ausencia. «Va a votar que sí», es la intución unánime que tienen los portavoces de todos los grupos parlamentarios, compartida con el Gobierno. El Ejecutivo y el PP, no obstante, para facilitar el discurso público a su socio está insitiendo este miércoles en que hasta «el último minuto» no se sabrá cuál es la posición del grupo vasco, pese a que ayer el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, dio por hecho el voto favorable del grupo vasco desde la tribuna de oradores y la tranquilidad en el banco azul y la bancada popular es absoluta.

De hecho, los reproches contra el PNV están siendo muy duros. El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha advertido que el previsible voto a favor del grupo vasco a los Presupuestos es «algo muy grave» porque «los vascos son gente de palabra y la mayor traición que puede hacer un partido que se llama a sí mismo vasquista es poner en cuestión algo que define a las buenas gentes de Euskadi y es que son gente de palabra».

«Si el PNV miente y efectivamente vota los presupuestos del PP, estará haciendo un daño enorme a la identidad y la dignidad de los vascos. Ojalá me equivoque, pero creo que no me voy a equivocar y que van a mentir», ha advertido en los pasillos del Congreso, atacando al punto más doloroso para el grupo vasco. Además, ha azuzado al grupo vasco por su posición como socios de PP y Ciudadanos en estas cuentas. «Estoy convencido de que habrá presupuestos. Creo que el partido de don Sabino Arana va a apoyar junto con Cs y de la mano de Rivera al PP de M. Rajoy», ha apostado. «A lo mejor me equivoco, pero en este Parlamento se aprende a pensar mal y sospecho que cuando se piensa mal a veces se acierta», ha remachado.

Por su parte, el número dos de Ciudadanos, José Manuel Villegas, ha calificado la actitud del PNV de «teatro» para «salvar la cara» ante su «parroquia», considerando que tiene ya todo pactado con el Gobierno «desde el regalo del cuponazo». El secretario general de Ciudadanos ha culpado al PSOE de que las nuevas cuentas estén de nuevo «en manos» de los nacionalistas, por su rechazo a negociar.

A puerta cerrada varios portavoces parlamentarios reconocen cierto «hastío» por la perenne estrategia del grupo vasco de esperar hasta el último minuto para pactar o revelar su posición ante debates difíciles. Unas veces para reducir su exposición a polémicas. Otras para endurecer su posición negociadora. «El PNV siempre hace lo mismo. Esta vez el "paripé" es para justificar que han incumplido su palabra y han negociado con el Gobierno estando el artículo 155 vigente, lo que dijeron que no harían. Y cuando lo dijeron no pusieron condiciones. Pero cuando uno hace política escenificando, le pasan estas cosas. Al año que viene será por otra cosa», comenta con cierto cansancio un portavoz parlamentario.

«Está muy claro que son socios de legislatura. El Gobierno necesita al PNV y sabe que su apoyo no va a ser gratis. El PNV quiere negociar porque es la única manera de conseguir la agenda vasca. Lo demás es la escenificación del PNV para que electoralmente el resultado sea el mejor posible y las posiciones públicas son rehenes de esto», comenta otro dirigente.

Quienes no han querido entrar públicamente en la polémica han sido la portavoz del PSOE en el Congreso, Margarita Robles, y su homólogo en ERC, Joan Tardà. La primera se ha limitado ha subrayar que «todo parece indicar» el voto a favor del PNV esta tarde recordando que ayer votó «en todo momento» junto al PP. El segundo ha confesado tener la misma previsión dada la falta de nerviosismo existente en la bancada popular pero no se ha mostrado crítico con el grupo vasco. Ha justificado que «la solidaridad se basa en la libertad» y ha avanzado que si su previsión se cumple su grupo no hablará «mal» del PNV.

Desde este lunes, el Pleno del Congreso debate el dictamen sobre el proyecto de Presupuestos, que incorpora un total de 257 enmiendas propuestas por PP, Ciudadanos, PNV, UPN, Foro Asturias, Nueva Canarias y Coalición Canaria. Además, se han pactado varias enmiendas transaccionales impulsadas por Podemos o PSOE. La más destacada es el aumento del presupuesto destinado al Pacto contra la Violencia de Género hasta los 200 millones, desde los 80 millones previstos inicialmente. También se ha pactado entre todos los grupos el aumento de la plantilla de docentes en Melilla, los permisos de paternidad, medidas incluidas en el Pacto contra la Violencia de Género, un fondo de becas para huérfanos de víctimas de violencia de género, y la tributación de las instalaciones de comunidades energéticas.

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