El asesino del Golden State sale a la luz
Hubo una época en la que en la zona este de Sacramento, la gente empezó a dormir con una pistola[…]
Hubo una época en la que en la zona este de Sacramento, la gente empezó a dormir con una pistola bajo la almohada, los jardines se llenaron de perros de guardia y los cerrajeros hicieron fortuna instalando sistemas de seguridad. Era el final de la década de 1970 y el terror se colaba por las puertas de atrás y por las ventanas de las casas de esta ciudad del Norte de California. Desde junio de 1976, un hombre entraba en las casas para violar mujeres. Muchos años después se relacionó estos crímenes con una docena de homicidios perpetrados a lo largo del estado entre 1978 y 1986, que hasta entonces permanecían inconexos.
Al criminal se le conoció con el nombre del ?asesino de Golden State?, una de las formas con las que se conoce al estado de California. Esta semana, cuando la policía y los familiares de las víctimas casi habían perdido la esperanza de dar con el autor, un hombre fue detenido en una casa modesta de Citrus Heights, un suburbio de Sacramento. Se llama Joseph James DeAngelo, es un ex policía solitario, tiene 72 años, y es el sospechoso de ser aquel asesino en serie.
El viernes, DeAngelo compareció ante el juez, con ropa naranja penitenciaria y en silla de ruedas. Con aspecto ido, sin mostrar emoción, solo respondió cuando se le preguntó por su nombre. Su voz frágil y su mirada perdida no hacían pensar en el monstruo que aterrorizó a una generación de californianos.
Todo comenzó con una serie de violaciones que respondían a un mismo patrón. De noche, entraba en casas que conocía a la perfección. Había estudiado a sus víctimas, sus horarios, las costumbres de los vecinos. En barrios tranquilos, sin criminalidad, a veces no tenía ni que forzar la puerta. Sus víctimas eran mujeres que vivían solas o parejas. Cuando ya estaban durmiendo, DeAngelo irrumpía en su cuarto y les apuntaba a los ojos con una lámpara y con una pistola. Llevaba cordones de zapatos con los que ataba a las víctimas. Si era una pareja, obligaba a la mujer a atar a su marido. Después, hacía lo mismo con ella y acaba por cerciorarse de que su pareja estaba bine atada. Solía robar lo que encontraba fácilmente de valor en la casa e incluso se daba el gusto de atacar la nevara. Después, se la llevaba a la mujer a otro lugar de la casa para violarla. En ocasiones colocó tazas y platos sobre el cuerpo inmovilizado del varón y le amenazó con matarle si escuchaba ruido al moverse.
Se registraron 24 violaciones -fueron cerca de cincuenta en total- de este tipo en el Este de Sacramento hasta 1979. El año anterior, sin embargo, algo cambió en DeAngelo: asesinó a un matrimonio en Rancho Cordova, un suburbio de la ciudad californiana. A partir de entonces, encadenó homicidios y violaciones esporádicos, para los que se desplazó hacia el Sur del estado, en lugares como Orange County, en las inmediaciones de Los Ángeles. No está claro por qué empezó a matar. Tampoco por qué dejó de hacerlo en 1986. La policía tardó años en conectar entre sí los homicidios, que ocurrieron en una extensión muy amplia. Y hasta el año 2000 no se supo que el asesino era el mismo que cometió las violaciones en el Este de Sacramento.
Pero el autor había desparecido de la faz de la tierra. Desde 1986 no había tenido actividad. Las víctimas y sus familiares estaban convencidos de que nunca lo encontrarían. Muchos le daban por muerto. Pero alguien no desesperó en buscar la verdad del caso: la periodista Michelle McNamara, que se obsesionó con el asunto desde que lo conoció en 2007. Ella fue quien le bautizó como el ?asesino de Golden State?. Dedicó decenas de artículos a su figura y trabajó en un libro que no pudo acabar: murió de forma inesperada en abril de 2016, a los 46 años. Su viudo, el cómico Patton Oswald, retomó el trabajo hasta publicar el vídeo.
Para entonces, el caso se había enfriado en manos de la policía. Los esfuerzos de McNamara y Oswald devolvieron la atención al asesino en serie. Entre otros, el de la fiscal de Sacramento Anne Marie Schubert, que vivió en su niñez el miedo a ser la próxima víctima de las violaciones. Hace dos años, se propuso reactivar el caso. Una muestra de ADN apuntó a un viejo hosco, que apenas hablaba con sus vecinos y que tenía ataques de ira repentino: cuatro décadas después, DeAngelo era el ?asesino de Golden State?.
