Una campaña pide a las marcas de calzado más transparencia en su producción

Denunciar la falta de transparencia, sostenibilidad y responsabilidad social de las marcas de calzado durante todo su proceso de producción[…]

Denunciar la falta de transparencia, sostenibilidad y responsabilidad social de las marcas de calzado durante todo su proceso de producción es el objetivo de la campaña "Cambia tus zapatos" de la Fundación Setem, en colaboración con un consorcio de quince organizaciones europeas y tres asiáticas.

Esta semana Alicante ha acogido una mesa redonda con distintos actores de la campaña, entre ellos, uno de los sus coordinadores, José Luis Mariñelarena (Setem); el secretario general de Cividep India, Gopinathan K. Parakuti; o la coordinadora de proyectos del sector del cuero de dicha organización, Brinda Devi.

En una entrevista con EFE, Mariñelarena ha detallado que la campaña forma parte de un proyecto europeo que empezó hace más de dos años y que finalizará previsiblemente a finales de 2017 y ha resaltado que su objetivo es "crear conciencia, informar y demandar medidas" que pongan freno a lo que ha considerado "la esclavitud del siglo XXI".

Mariñelarena se refiere a los procesos de producción en los que personas, principalmente de países de Asia como China o India, elaboran el cuero de los zapatos que posteriormente se usan en Europa y América, todo ello bajo condiciones laborales infrahumanas.

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En la India, por ejemplo, ha indicado que existe la figura de la mujer trabajadora a domicilio, lo que supone que las madres de familia trabajan desde su casa, con productos que en muchos casos son tóxicos y por un precio que no supera nunca los 40 euros al mes.

"Debemos conseguir garantizar el control del proceso; estas mujeres no saben ni las marcas para las que están produciendo", ha recalcado.

De hecho, ha advertido que estas mujeres sufren doblemente la explotación del sector, ya que, cobran menos que los hombres, que ya de por sí cobran poco; igualmente ocurre con el colectivo musulmán, muy discriminado en ese país.

Lo cierto es que el curtido de cuero, que en un 85 % de los casos, según Mariñelarena, se lleva a cabo utilizando metales pesados como el cromo, está asociado a las castas más bajas de la sociedad india.

Este experto ha asegurado que "es muy difícil exigir responsabilidades" a las marcas debido al oscurantismo con el que se lleva a cabo la producción de calzado y ropa, así como a la falta de transparencia en el etiquetado final.

De hecho, la campaña ha traído consigo la elaboración de diversos informes y ha intentado evaluar la calidad del proceso en veintitrés empresas europeas, de las cuales tres eran españolas y doce no respondieron a las peticiones de la organización.

Para Mariñelarena esto denota "falta de interés en avanzar y mejorar una situación en la que, innegablemente, tienen una responsabilidad".

La fundación Setem también lleva casi dos décadas trabajando en otra campaña denominada "Ropa limpia", que centra sus esfuerzos, no solo en el calzado, sino en la producción de cualquier textil.

Estas iniciativas tratan de mejorar la regulación legislativa europea, para que "de alguna manera se haga obligatorio que haya un mínimo de transparencia, que se pueda tener acceso a los lugares donde tiene lugar la cadena de suministro".

"La arquitectura jurídica del comercio internacional hace que exista esa falta de responsabilidad hacia las marcas, esa falta de exigencia, lo que conlleva que sea posible que produzcan fuera y vulneren derechos humanos, sin que se conozca y sin que haya nada que penalice esa práctica", ha incidido.

Esto se hace casi imprescindible, sobre todo viendo las consecuencias que acarrea consigo todo el proceso de producción de un zapato, tanto a nivel medioambiental como en la violación sistemática de los derechos humanos.

"Todo es parte de un sistema económico que nos ha traído la globalización y que ha provocado que el pobre ya no sea únicamente un africano con la barriga hinchada por la hambruna, sino mujeres jóvenes de rostro asiático que trabajan en una fábrica de calzado o ropa", ha manifestado.

Pero para poder terminar con esta situación, es indispensable que los consumidores tomen conciencia y sean más críticos con las marcas que compran.

"Hay que ser conscientes de que aquí compramos barato a cambio de algo, de la vida de muchas personas al otro lado de la cadena; la última palabra a la hora de comprar la tenemos nosotros", ha subrayado.

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