China aumenta del 5 al 11 por ciento el impuesto a los cigarrillos
China subió los impuestos a los cigarrillos del 5 al 11 por ciento, y añadió una tasa adicional de 0,005[…]
China subió los impuestos a los cigarrillos del 5 al 11 por ciento, y añadió una tasa adicional de 0,005 yuanes (0,0007 dólares, 0,0007 euros) a cada unidad vendida, informa hoy el portal financiero Caixin.
Esta nueva normativa, aprobada por el Ministerio de Finanzas chino, entró en vigor el pasado miércoles y se espera de ella que genere unos ingresos adicionales de 64.000 millones de yuanes anuales (9.273 millones de dólares, 8.530 millones de euros) al Gobierno central del gigante asiático.
Más allá del afán recaudatorio, el Ejecutivo chino está impulsando la lucha antitabaco y tres de las principales ciudades del país como Pekín (noreste), Shanghái (este) y Shenzhen (sureste) ya han introducido ordenanzas que prohíben fumar en espacios públicos o zonas recreativas.
Según recordó el pasado mes de abril la Organización Mundial de la Salud (OMS), la última subida a los impuestos al tabaco por parte del Ministerio de Finanzas, que data de mayo de 2015, logró que en ese año se experimentase el primer descenso -de entre el 3,3 y el 5,5 por ciento- en la compra de cigarrillos de los últimos veinte años.
Sin embargo, la OMS señaló que la actualización del precio del tabaco no es tan rápida como la de los sueldos en el gigante asiático, una situación que generaba que los cigarrillos fueran cada vez más económicos para el bolsillo del fumador chino.
China es el mayor consumidor y productor de tabaco a nivel mundial -según datos de la OMS-, con 315 millones de fumadores, lo que representa el 28 % de la población adulta (en la que más de la mitad de los hombres chinos son fumadores).
Esta adicción afecta a las franjas más jóvenes: el 11 % de los adolescentes de entre 13 y 15 años son fumadores.
Un millón de chinos mueren al año por causas relacionadas con el tabaquismo (3.000 personas cada día) y 700 millones son fumadores indirectos, de los cuales unos 100.000 mueren anualmente, según cifras de la OMS.