Martín detalla que en dos meses comenzará la investigación en la mina de Azsa
El consejero de Industria, Francisco Martín, ha anunciado hoy que en un plazo no superior a dos meses podría comenzar[…]
El consejero de Industria, Francisco Martín, ha anunciado hoy que en un plazo no superior a dos meses podría comenzar las labores de exploración para evaluar las reservas aún existentes en las antiguas cuadrículas mineras que desarrolló la empresa Azsa en diversos municipios del Besaya.
Además, ha insistido en que si de estas labores de investigación se desprende que los recursos del subsuelo son los esperados, en poco más de un año se podrían conceder los oportunos permisos de explotación, momento en el que, a su juicio, ya se podría "hablar de la existencia de una mina".
A preguntas de los periodistas tras presentar una iniciativa comercial en Torrelavega, Martín ha explicado que el proceso se inicia ahora con la publicación en el Boletín Oficial del Estado del proceso público de concurrencia para la presentación de propuestas para hacerse con los derechos de exploración.
La zona afectada es un ámbito territorial que incluye unas 600 cuadrículas mineras de pequeño tamaño e independientes, que ya fueron explotadas en el pasado para la obtención de zinc, que ahora se agrupan en dos lotes, uno en la zona Reocín-Santillana-Torrelavega y el otro en el entorno de Udías-Alfoz de Lloredo.
Estas cuadrículas oscilan entre las que tiene una hectárea y las que llegan a 800, situadas sobre una zona donde se presupone la existencia de importantes reservas de zinc aún sin explotar, y que según los cálculos iniciales permitirían extraer cerca de un millón de toneladas al año de mineral.
Para ello, se ha pensando en una explotación subterránea a más de 500 metros de profundidad, a la cual se accedería por una bocamina y un túnel de varios kilómetros de longitud.
Las empresas interesadas en concurrir a este proceso público, "varias", según ha adelantado Martín, disponen de un mes de plazo para presentar sus propuestas técnicas y económicas para hacerse con los derechos de exploración, tras lo cual una comisión técnica elegirá las ofertas más ventajosas.
Martín ha recalcado que los derechos son de exploración y no de explotación, y la empresa o empresas adjudicatarias dispondrán de un año para hacer nuevos sondeos con los cuales evaluar de forma detallada la disponibilidad de recursos subterráneos.
Concluido este plazo de un año, la empresa o empresas que han hecho las exploraciones ya podrán solicitar los derechos de explotación e iniciar la construcción de la bocamina.
El consejero ha reiterado la importancia que tiene este proyecto de cara al empleo, ya que según sus cálculos en los 20 años de explotación que se prevé para la concesión minera se estima la creación de más de 2.000 puestos de trabajo.
También ha insistido en que la obligación de un Gobierno "es explorar todas las vías" que permitan la generación de empleo, a lo que se une el "buen momento" que se vive en la actualidad en el mercado de zinc en el mundo.
Por otra parte y preguntado por posibles problemas en la empresa de electrónica Wolder, Martín ha destacado que todo lo relacionado con posibles pérdidas "no es una buena noticia", pero ha preferido no valorar este asunto "por prudencia" y hasta no tener información directa" de los responsables de la firma.
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