El futuro de los drones contempla rescates en incendios y salvamento marítimo

Expertos señalan que el nuevo Real Decreto que regulará el sector de las Aeronaves no Tripuladas o drones permitirá nuevas[…]

Expertos señalan que el nuevo Real Decreto que regulará el sector de las Aeronaves no Tripuladas o drones permitirá nuevas aplicaciones profesionales, como los vuelos nocturnos para la detección y el rescate de personas en incendios forestales o tareas de salvamento marítimo en alta mar.

Así se ha puesto de manifiesto en las segundas Jornadas sobre Normativa, Pilotaje y Aplicaciones de Aeronaves no Tripuladas de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), que han reunido a más de 300 expertos internacionales, y han abordado, entre otros temas, las novedades de la nueva normativa menos restrictiva, publicada el pasado 27 de octubre, y esbozar sus posibles aplicaciones futuras.

Según el profesor Ingeniería y Diseño Aeroespacial UPV, Pedro Yuste, el nuevo Real Decreto que regula la utilización civil de las aeronaves pilotadas por control remoto permite volar con fines profesionales en entornos urbanos con las respectivas medidas de seguridad, así como operaciones más allá de la línea de visión del piloto, que antes no estaban permitidas.

Las aplicaciones futuras, ha informado Yuste, contemplan la intervención en "trabajos sucios, peligrosos y aburridos en los no conviene que haya una persona" mediante el pilotaje de un robot aéreo que realice la tarea, la extinción de incendios.

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Para que esto sea posible, se necesita que la industria "se desarrolle y que hayan aparatos más fiables y potentes y que nos fiemos de ellos para integrarlos en un espacio aéreo", ha explicado.

Uno de sus alumnos e instructor de pilotaje de aeronaves tripuladas remotamente, Enrique Martínez, ganó el Premio Galileo Master de la European Satellite Navigation Competition en 2015, con una dotación de 20.000 euros, al aspiraban 517 propuestas de todo el mundo, con un proyecto para salvamento marítimo en alta mar que está en desarrollo.

Martínez ha detallado que el Poseidron, su proyecto, es un "multicópetero" a gran escala de cuatro metros y de 150 kilos que es capaz de llevar una balsa inflable para 15 personas, y consiste en una nueva categoría de aeronave" que usa cámaras térmicas y el servicio de posicionamiento europeo EGNOS para localizar a personas en el agua.

Yuste ha indicado que actualmente las aplicaciones de los drones se limitan a usos en "ingeniería forestal, donde se sobrevuelan zonas con una cámara especial para estudiar el nivel de humedad del suelo o los productos tóxicos que pueda tener e informar a la persona que mantenga y explote el terreno".

Según el profesor, estas tareas antes se podía hacer mediante "imágenes por satélite o vuelos con aeronaves tripuladas, pero con precios mucho más caros", mientras que con los drones estos costes se pueden reducir un 90 %.

En arquitectura los drones sirven para la supervisión de los generadores eólicos que necesitan una revisión periódica y un equipo de escaladores que suban y lo vean, una operación que puede realizar un dron con menos coste, al igual que en la supervisión de fugas en las líneas de alta tensión, ha añadido Yuste.

Además, estos dispositivos pueden realizar levantamientos topográficos y construir modelos 3D del terreno, y en cuestiones de seguridad ciudadana "pueden supervisar una zona con cámaras infrarrojas para vigilar un perímetro".

El profesor ha señalado que actualmente trabajan con el Ayuntamiento Algemesí en un proyecto con drones para evitar robos en los campos de naranjos y esperan que con la nueva normativa se pueda empezar ya a operar.

El director del Máster en Construcción, Pilotaje y Aplicaciones de drones de la UPV, Israel Quintanilla, ha concluido sobre el futuro de esta tecnología que si "en dos años se han creado 1.776 empresas dedicadas a los drones, con la normativa menos restrictiva se espera mucho más tejido empresarial y empleo".

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