Los guardias de prisiones lusos inician mañana polémica huelga de una semana
Los guardias penitenciarios de Portugal inician mañana una huelga de una semana para exigir mejoras laborales, una protesta que ha[…]
Los guardias penitenciarios de Portugal inician mañana una huelga de una semana para exigir mejoras laborales, una protesta que ha causado polémica en el país por las dudas de que los servicios mínimos sean suficientes para garantizar las visitas de familiares a las que los reclusos tienen derecho.
El paro fue anunciado hoy en un comunicado de Servicios Penitenciarios, en el que se remarca que habrá servicios mínimos para "garantizar la satisfacción de necesidades sociales" de los reclusos, como "una visita en el fin de semana".
No obstante, la nota advierte que "no hubo acuerdo para la realización de las fiestas de Navidad, incluyendo los tradiciones almuerzos/visita de familias ya programados".
El anuncio de Servicios Penitenciarios llega un día después de que se produjese un motín en la cárcel de Lisboa precisamente por haber sido canceladas varias visitas de familiares por la falta de personal derivada de otro paro, que duró cuatro días y concluyó este martes con una adhesión del 80 % de los guardias del país.
La tensión se desató anoche en el ala B del recinto carcelario, donde duermen 170 reos que quemaron colchones y papeleras en un conato de violencia que obligó a que se llamara a los bomberos y a cuerpos especiales de seguridad, que finalmente no entraron y se quedaron a las puertas.
El motín duró una hora y no causó heridos en el interior de la prisión, a la que acudió anoche el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, para conocer personalmente lo sucedido.
Pese a la dimensión que confiere al suceso la visita del jefe de Estado, que llegó después de cenar con el presidente de China, Xi Jinping -en visita de Estado al país-, los Servicios Penitenciarios lusos restaron hoy importancia al motín en el comunicado en el que anuncian el paro que arranca mañana y que durará una semana.
Los guardias de prisiones de Portugal, que ascienden a 4.300, exigen acabar con la paralización de los ascensos y que se modifique el nuevo régimen de horas extra implantado el pasado enero.
.