El abono de transporte, llave del coche compartido

A partir de ahora el abono de transporte en Madrid no solo abre los tornos del metro, sino que también[…]

A partir de ahora el abono de transporte en Madrid no solo abre los tornos del metro, sino que también es la llave para los coches compartidos que circulan por la ciudad, una fórmula que ahorra 3.000 euros al año a sus usuarios y sirve de "complemento" al transporte público y para reducir la contaminación.

Veinticuatro horas al día, siete días a la semana, las empresas Respiro y Bluemove ofrecen a los conductores un vehículo con "gasolina incluida", la promesa de no volver a pisar un taller, continuar viajando en solitario y reducir la contaminación.

Por ahora este servicio de coche compartido no ha conseguido dejar de llenar el depósito de toda su flota con gasolina, pero sí sacar de la circulación veinte coches privados por cada vehículo compartido (carsharing) que se utiliza, ha explicado el cofundador y socio de Respiro, Ian Paterson.

Estas empresas no han inventado un nuevo sistema de locomoción y actualmente cuentan con un porcentaje "más alto" de vehículos gasolina que combinan con eléctricos, confiesa el cofundador de Bluemove, Jorge González-Iglesias.

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Asegura que cree "muchísimo" en "la vocación eléctrica" de Bluemove, aunque reconoce que para tener una flota totalmente eléctrica necesitan "que los sistemas de carga sean de carga rápida".

"Sí que es cierto -añade- que estamos esperando a que nos ayuden con la infraestructura de carga", que es "fundamental" para lograr "cierta libertad".

El cofundador de Bluemove ha explicado que la empresa negocia con las administraciones públicas porque "ahora" es "importante" que "den el paso", inviertan e instalen "puntos de carga rápida", algo que asegura que "lo cambia todo".

"En el momento en el que creas una red de electrolineras con carga rápida" la población se plantea tener un coche eléctrico, afirma González-Iglesias.

Los usuarios tienen a su disposición un vehículo asegurado, con el depósito lleno y listo para utilizar por un precio de dos euros la hora o 25 euros al día, lo que supone un ahorro de 3.000 euros al año en comparación con el uso y mantenimiento de un coche en propiedad, asegura Paterson.

"La clave" del servicio es que, con la combinación de transporte público y del coche compartido, el usuario tiene "todo cubierto y pueda plantearse no tener coche", afirma el cofundador de Bluemove Carsharing, Jorge González-Iglesias.

"Lo importante es generar una alternativa" de transporte al vehículo en propiedad que proporcione la misma "libertad" que produce tener un automóvil sin los inconvenientes del mantenimiento y el aparcamiento.

Como consecuencia de la utilización de "carsharing", uno de cada tres miembros "posponen" la idea de adquirir un coche y otro tercio vende su coche tras darse de alta en el servicio, añade González-Iglesias.

El directivo asegura que es "ineficiente" tener un vehículo en propiedad que el 95 % del tiempo está "parado".

Los empresas despliegan numerosos parkings en Madrid con vehículos de ambas empresas -Respiro y Bluemove- que cuentan con una plaza de aparcamiento por cada uno de sus vehículos -una flota de 350 coches entre ambas compañías-.

El director gerente del Consorcio Regional de Transportes de la Comunidad de Madrid, Juan Ignacio Merino de Mesa, explica que los usuarios que tengan una tarjeta de transporte público contarán con un 50 % de descuento en el servicio de "carsharing" durante los primeros seis meses de utilización.

Las empresas creen que el servicio que no está en contra del tradicional portal de uso compartido de coche Blablacar, que ofrece la posibilidad de viajar juntos a varios miembros de la comunidad -que se ponen en contacto a través de internet- y comparten los gastos del viaje.

Paterson asegura que, en su opinión, Blablacar "es complementario al carsharing" y que "el viaje compartido comercializando los asientos no utilizados" es también "una opción" para los usuarios de Respiro. "A veces vemos esa combinación", apostilla.

Según el cofundador de Respiro, el coche compartido "fomenta el uso del transporte público", reduce la contaminación y el tráfico.

Además, Respiro "compensa" todas las emisiones generadas "desde la fabricación hasta el último kilómetro recorrido con proyectos certificados de reforestación" por lo que es una "solución sostenible".

Después de encuestar a casi 1.000 personas, el 81 % de los usuarios de coche compartido reconoce utilizar medios de transporte diferentes al coche para moverse por la ciudad de forma habitual: destacan el metro (72 %), el autobús (57 %), según el estudio realizado por Bluemove.

El objetivo, hacer del coche un servicio "todo incluido" que permita "cambiar las costumbres" y acabar con el vehículo privado sin renunciar a su comodidad, para conseguir una combinación de transportes "comunitarios" que mejoren la calidad del aire y de vida de los ciudadanos.

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