«Nos van a dar pero bien» y otras frases pronunciadas para no trascender en TV
«¿Pero esto qué es?, ¿pero esto qué es?»... La frase absolutamente desquiciada provenía de la garganta irritada y el rostro[…]
«¿Pero esto qué es?, ¿pero esto qué es?»... La frase absolutamente desquiciada provenía de la garganta irritada y el rostro enrojecido de, sin embargo, una de las caras más amables y cotizadas de la televisión en España. La de Matías Prats podría considerarse como una de las más conocidas intervenciones televisadas que no debieron serlo.
Matías Prats y su «¿pero esto qué es?»
Respondía a su desesperación tras dar paso a Michel y que apareciese un vídeo de José Mari Bakero... Aguantar el tipo y volver a anuinciar al jugador del Madrid, pero el que aparecía en pantalla era José Ángel de la Casa... Y explotó, claro.
«Nos van a dar pero bien»
Esta semana eran Sandra Golpe y Álvaro Zancajo quienes, olvidando que una conocida aplicación de vídeo en directo retransmitía lo que ocurría en el estudio, pasaban a la historia de los patinazos en plató con su pronóstico sobre lo que la noticia que emitían les iba a traer: «Nos van a dar pero bien».
«Boam, boem, bebám, bebóm...»
Más amable fueron los ejercicios vocales que hacía una presentadora de informativos a la 1.30 de la madrugada en el canal 24 horas. Micrófono abierto, pudimos escuchar su capacidad para deletrear en todos los ódenes cosas como «Boam, boem, boim, boum... Bebam, Bebem, Bebím, Bobón, Bobún...». Previamente había cantado «Mi querida España», para calentar la voz. La imagen no mostraba nada, pero el micro estaba abierto.
Zapatero: «nos conviene que haya tensión»
Aunque para relevancia real la breve conversación entre Iñaki Gabilondo y José Luis Rodríguez Zapatero. En plena campaña electoral en 2008. «¿Qué pinta tienen los sondeos que tenéis?», preguntaba el periodista de forma informal al término de la entrevista. «Bien, sin problemas, lo que pasa es que nos conviene que haya tensión», respondía Zapatero.
En directo tal conversación no trascendió, ya que se produjo con los micros ya cerrados al sonido exterior y mientras aparecían en pantalla los créditos correspondientes. Pero Cuatro tenía la obligación de facilitar los brutos a todos los demás medios, y ahí no había créditos. No repararon en que, con las imágenes, ponían a disposición de todos la gran estrategia electoral del PSOE.
«¡Qué coj...!»...
«¿Qué cojones quieres que diga, qué cojones quieres que meta?», el audio se colaba en plena y emotiva Marsellesa en Wembley, durante la emisión de Las Mañanas, de Cuatro, y su autor era Javier Ruiz.
Un despido y otras anécdotas
Y es que el momento en qué un vídeo es emitido es cuando más imágenes o audios salen involuntariamente al aire. También en los segundos previos a una conexión.
Eso le ocurrió a A. J. Clemente, un presentador de la NBC en su primer día. A punto de entrar en antena dijo «puta mierda» y dejó sin palabras a la gente en plató. Tanta fue la trascendencia de aquello, que fue despedido.
Un destino cruel que no suele ocurrir. Ana Blanco soplaba unas migas que había en su mesa cuando volvió la conexión. Lorenzo Milá aprovechó un vídeo para recolocarse los pantalones. La imagen volvió cuando aun se ajustaba el cinturón. «Perdón», dijo, y continuó con el informativo.