Cámara pide un acuerdo para solucionar la "infrafinanciación" de Cataluña
La Cámara de Comercio de Barcelona ha pedido hoy un cambio "institucional profundo" que suponga un acuerdo de los gobiernos[…]
La Cámara de Comercio de Barcelona ha pedido hoy un cambio "institucional profundo" que suponga un acuerdo de los gobiernos de Cataluña y España para solucionar la "infrafinanciación" específica de Cataluña y que contenga medidas que garanticen la viabilidad de la hacienda pública catalana.
El presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls, ha señalado que la reunión que mañana mantendrán la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, abre unas nuevas perspectivas porque tratarán el tema de la financiación y espera que encuentren "vías de solución" en un marco político complejo.
Miquel Valls y el jefe del gabinete de estudios económicos de la Cámara de Comercio de Barcelona, Joan Ramon Rovira, han presentado hoy un estudio sobre la sostenibilidad de la financiación de la Generalitat a largo plazo.
Las principales conclusiones del informe apuntan que para aumentar significativamente los ingresos de la Generalitat se necesitan cambios "institucionales profundos" que afronten la situación de "infrafinanciación" de Cataluña.
Valls ha recordado que hace dos años que se tenía que haber cambiado el sistema de financiación autonómica y ha insistido en que este tema se ha de resolver "ya".
Para Valls, el problema financiero y la cuestión territorial están muy "vinculados" por lo que el nuevo Gobierno que se forme en España y la Generalitat tienen la "responsabilidad conjunta" de acordar medidas que garanticen la viabilidad de la hacienda pública catalana.
También ha pedido a todos los partidos políticos que se posicionen sobre este tema y que expliquen cómo resolverían esta situación.
La mejora de la financiación pasa, según la Cámara, por plantear cuestiones como la distribución de la responsabilidad sobre la recaudación y la gestión de los ingresos, los criterios de reparto, la aportación del Estado al conjunto del sistema y las necesidades asociadas con las competencias asumidas por cada nivel de administración.
En este sentido, el informe apunta que se deberían tener en cuenta la concentración de los gastos sociales más básicos en el nivel autonómico, las necesidades en materias de inversión pública y el diferencial del coste de la vida de los territorios.
El estudio destaca la importancia del esfuerzo de consolidación fiscal realizado por Cataluña en los últimos años y apunta que durante el periodo 2010-2013 el gasto público liquidado cayó un 18,5 % en comparación con 2009, mientras que los ingresos liquidados tuvieron una caída acumulada del 15,4 %.
Según estos datos, el déficit público de la Generalitat, en términos presupuestarios, bajó desde los 6.760 millones en el 2011 a 3.204 millones en 2013.
En 2014 y 2015, hay un cierto cambio de tendencia, al incrementarse interanualmente el gasto no financiero del 2,8 % y del 7,4 %, respectivamente, aunque los ingresos registraron aumentos mucho menores.
El informe también afirma que, pese al esfuerzo realizado, será muy difícil cumplir con los objetivos de estabilidad presupuestaria y garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas de la Generalitat a largo plazo dentro del actual sistema de financiación.
El estudio de la Cámara plantea tres escenarios, y el primero de ellos, llamado escenario A, supone que la Generalitat consigue reducir su déficit al 1 % del PIB en 2016, limitando el crecimiento del gasto al 1,3 % nominal, lo que supondría mantener el gasto público congelado durante cuatro años seguidos más, de 2017 a 2020, ambos incluidos, para cuadrar el presupuesto en 2020.
El escenario B toma como punto de partida una reducción del déficit en 2016 hasta el 0,7 %, lo que supondría una reducción del gasto del 1 % y, a partir del 2017, se tendría que congelar el gasto público durante tres años para llegar a un pequeño superávit en 2019.
Rovira ha explicado que el problema que plantean estos dos escenarios es la dificultad de asumir una congelación del gasto público durante tres o cuatro años, desde el punto de vista social, económico y político.
También ha señalado que alargar el cumplimiento del equilibrio presupuestario uno o dos años "sería condición necesaria pero no suficiente" para garantizar un proceso de ajuste fiscal que fuese asumible.
Por último, el escenario C cuantifica lo que deberían aumentar los ingresos de la Generalitat por encima de lo que se puede esperar con el sistema de financiación actual para conciliar un crecimiento del gasto público del 2 % de 2017 a 2020, con el equilibrio presupuestario en 2020, y apunta que esta cifra representaría al menos un 1 % del PIB catalán en 2020.
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