El juicio de Afinsa, visto para sentencia diez años después
El juicio de Afinsa ha quedado hoy visto para sentencia tras 49 sesiones, entre los reproches de la acusación y[…]
El juicio de Afinsa ha quedado hoy visto para sentencia tras 49 sesiones, entre los reproches de la acusación y el orgullo de su expresidente, Juan Antonio Cano, que ha dedicado su exposición final a unos 200.000 ahorradores afectados por un escándalo que acaba de cumplir su décimo año.
"Afinsa no nació para engañar a nadie, sino para innovar en el comercio filatélico con un equipo de personas honestas que siempre han atendido los compromisos de la empresa. Y es que los valores más importantes eran los intangibles", ha asegurado Cano.
El expresidente, 121 meses después de que la Audiencia Nacional ordenase la intervención de la filatélica, ha sorprendido con un discurso que recordaba aquella época dorada en la que Afinsa compartía una relación "muy intensa" con la administración pública.
Una cercanía que Cano ha achacado a la transparencia de una empresa "desnuda ante el escaparate", por lo que ha negado que captara, entre 1998 y 2006, los ahorros de miles de clientes que invirtieron en sellos a cambio de alta rentabilidad, como acredita Anticorrupción, que solicita para él 19 años de cárcel.
Las defensas han solicitado la libre absolución y, parafraseando a Valle Inclán, han cargado contra las acusaciones y han asegurado que la realidad reflejada en un espejo magnifica los hechos y da lugar "a un esperpento" ahora pendiente de sentencia.
Especialmente contundente se ha mostrado el representante del presidente no ejecutivo de la filial estadounidense de Afinsa, Esteban Pérez, y su jefe de operaciones en Europa, Ramón Egurbide, para quienes el fiscal Alejandro Luzón pide cuatro años por complicidad de estafa continuada.
El letrado ha asegurado que la imputación de ambos fue una "espinita clavada del instructor henchido", en alusión al juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz.
Las mayores críticas se han centrado en la "impulsiva" inspectora de Hacienda que realizó el informe sobre la sociedad, quien reiteró que la contabilidad de Afinsa era "fraudulenta y no reflejaba la imagen" de una empresa con un agujero de 1.800 millones.
La cordialidad que ha imperado en las intervenciones desde el pasado noviembre ha vuelto a ser la tónica en la penúltima página de un largo episodio, en el que sus protagonistas todavía desconocen su destino.
Entre ellos, el exconsejero de Afinsa Carlos de Figueiredo -para quien la Fiscalía pide 16 años de prisión-, los ejecutivos y exmiembros del consejo Albertino de Figueiredo y Vicente Martín (15), el exresponsable de contabilidad Emilio Ballester (13) y el exsecretario del consejo Joaquín José Abajo (11).
Tanto a ellos como a Cano, Anticorrupción les reclama que indemnicen de forma conjunta y solidaria con 2.574 millones a los 190.022 afectados, cantidad a la que habrá que restar lo pagado en el concurso.
En su escrito de acusación, la Fiscalía señala además al proveedor de filatelia Francisco Guijarro, para el que pide 8 años, al expresidente de la filial de Afinsa en Estados Unidos, Greg Manning, declarado en rebeldía (5), así como a Juan y Jordi Domingo, que se enfrentan a dos años y medio por un delito contra la Hacienda Pública, y a Francisco Blázquez, que afronta la pena más baja, dos años, por falseamiento de cuentas anuales.
A la petición del fiscal se ha adherido la asociación de consumidores Adicae, mientras que Facua reclama para Cano hasta 24 años de cárcel por un supuesto agravado de publicidad engañosa.
Aunque el final es incierto, el veredicto no satisfará a ninguna de las partes, ya que los propios afectados han denunciado que una condena no servirá para que las familias recuperen todos sus ahorros.