Donald Trump está ejerciendo una notable presión a sus asesores comerciales para que firmen cuanto antes el acuerdo. Lo quiere por fines electorales, y porque tiene pánico a un derrumbe en Wall Street. Es más, cree que habrá otro rally en cuanto anuncia la paz. El problema es que las bolsas podrían haber ya descontado de sobra las buenas noticias. La situación se ha vuelto muy peligrosa.