Los valores más sostenibles de España

Las compañías españolas tienen cada vez más presencia entre los indicadores que miden la sostenibilidad, como el Dow Jones Sustainability Index, y aparecer en estas listas se considera importante porque los grandes inversores las tienen en cuenta.

El Dow Jones Sustainability Index (DJSI) es el indicador de referencia mundial para el comportamiento sostenible de las empresas y mide las prácticas de las compañías en el ámbito medioambiental, social, económico, estrategia fiscal, políticas de seguridad de la información, ciberseguridad, gestión de riesgos e inclusión financiera. En un contexto global en el que poseer una fuerte sostenibilidad ha pasado a ser un aspecto clave para atraer a grandes inversores institucionales a comprar acciones de una compañía, el estar dentro de este tipo de índices se ha convertido en un aspecto más a tener en cuenta para cualquier cotizada de nivel. El DSJI ha analizado para este año a 60 industrias para un total de 3.400 compañías de todo el mundo invitadas a participar. Además del mundial, el DJSI World, también existe el europeo, el DJSI Europe, donde España posee una presencia de relevancia.

Ayer tuvo lugar el estreno de la nueva composición del índice y las empresas españolas, tanto en las entradas como en las salidas del indicador, han jugado un papel muy relevante.

Desde la compañía que elabora el índice, RobecoSAM, aseguran que todos los grandes inversores institucionales, grandes gestoras y fondos «han comenzado a comprender los beneficios de considerar los aspectos de sostenibilidad en sus decisiones de inversión», y esto se demuestra, explican en RobecoSAM, por el «crecimiento global masivo de los activos que gestionan estas compañías». 

Así, para Fernando Luque, de Morningstar, es «muy importante» la presencia en estos tipos de índices, tanto las entradas como las salidas, provocan «movimientos de los inversores institucionales» y, por ejemplo, desde la inversión pasiva de ETFs se empieza a seguir «con mucho interés» los indicadores de este tipo. Luque considera que en Europa tienen mucha más importancia y seguimiento que en Estados Unidos, sobre todo en los países escandinavos, donde los grandes inversores institucionales «se fijan mucho en las variables que miden». El caso es que en la actualidad las grandes gestoras poseen departamentos que se dedican en exclusiva a analizar estos índices, e incluso están apareciendo gestoras cuyo negocio es íntegro en la creación e inversión en fondos con empresas que se encuentran en estas listas. «Aunque en un principio sí que había mucho marketing a la hora de invertir en compañías sostenibles o con buen gobierno corporativo, ahora la tendencia está asentada y se toman muy en serio entrar en estas compañías», comenta Fernando Luque. 

Desde la visión de la inversión por marketing o publicidad se posiciona Javier Flores, de Asinver, que opina que este tipo de inversiones en la actualidad son por marketing «más que por una implicación social real», aunque añade que «por algo se empieza» y que todo este tipo de iniciativas, si van encaminadas al componente social y medioambiental, «bienvenidas sean siempre que se dé visibilidad a este tipo de cuestiones». Para este experto, el problema es que no existe «una normativa clara para estos índices y varían mucho según quién los cree o desde el lugar donde se analicen», y pone el ejemplo de que en algunos fondos sí se le da importancia por la presencia de sindicatos en las tomas de decisiones. 

Para Flores, hay que fijarse en el retorno de estas inversiones en el largo plazo, y si el retorno es positivo para el inversor. «Si se tienen en cuenta este tipo de variables se podrán identificar cisnes negros y que los inversores no sufran pérdidas» y comenta las producidas por BP con el escándalo de vertidos, por ejemplo. 

En este sentido Fernando Luque recuerda que la gestora Carmignac, por ejemplo, y a partir del año que viene, eliminará de todos sus fondos de inversión aquellas compañías que no cumplan estos estándares de sostenibilidad, como las armamentísticas.

Sector financiero

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El índice global ha quedado compuesto por 27 entidades bancarias de entre 201 analizadas a nivel global, y cuatro son españolas.

Banco Santander ha sido considerado como el mejor banco de Europa y el tercero del mundo en el DJSI, lo que le ha supuesto avanzar seis puestos respecto al pasado curso y ha obtenido la mejor posición de su historia. Lleva 18 años consecutivos dentro de este índice y por octavo año seguido se mantiene en el primer puesto entre las entidades españolas. La responsable desarrollo de contenidos, productos y servicios de Self Bank, Victoria Torre, resalta la escalada de la entidad por la eficiencia energética, la inclusión financiera y demás elementos acerca de la gestión de sostenibilidad. Apunta, además, que Banco Santander ha destinado 2,6 millones de euros a través del fondo Santander Responsabilidad Solidario a proyectos de cooperación internacional, inserción socio-laboral y economía social de la que se beneficiarán alrededor de 30.000 personas. «Este hecho seguramente le haya dado muchos puntos para conseguir la clasificación en el índice DJSI ya que se trata de la cantidad más cuantiosa alcanzada por una entidad financiera española por medio de un fondo con intención solidaria», afirma Torre. Y CaixaBank formará parte del DJSI por séptimo año ininterrumpidamente. 

BBVA ha entrado tanto en el índice europeo como en el mundial y el director global de Negocio Reponsable de la entidad, Antoni Ballabriga, señala que la banca tiene un papel «fundamental» para la sostenibilidad del planeta, dado que «canaliza fondos» para financiar proyectos sostenibles. Aunque como recuerda Victoria Torre, llevaba dos años fuera del índice mundial. A la entidad presidida por Francisco González le ha acompañado Bankinter, que da el salto desde el europeo al mundial. La entidad presidida por Pedro Guerrero ha calificado la entrada al indicador como «un hito en su historia». En palabras del propio presidente del banco, que también ostenta el cargo de presidente del Comité de Sostenibilidad de la entidad, la entrada entre estos componentes ha sido «un orgullo». Se posiciona en el puesto 13 del ranking bancario global. Los aspectos a destacar y por los cuales ha escalado desde el nivel europeo a la lista mundial, «son los de desarrollo del capital humano, atracción y retención del talento, la estabilidad financiera y estrategia de impuestos, la ciber-seguridad, seguridad de la información, reporting medioambiental y ciudadanía y filantropía», confirma Victoria Torre. 

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Mapfre, como parte del índice que engloba también a las aseguradoras por recopilar al sector financiero en su conjunto, también ha entrado en el DJSI. Esta entrada es justificada, según comenta la experta de SelfBank, por una «trayectoria sólida en el desempeño operativo con un rendimiento promedio del 11,3 por ciento (2013-2017), la solidez del balance general, un perfil comercial neutral, la buena gestión del riesgo empresarial y se convierte en la compañía del Ibex 35 que más recomiendan los analistas durante todo este año». 

La cruz del sector financiero español se la ha llevado Bankia que abandona esta lista de valores sostenibles. En un ejercicio en el que se habla mucho del futuro de la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri, que ha asegurado que no es el mejor momento para privatizarla, y con un descenso anual del 14 por ciento en bolsa, no es una buena noticia para Bankia. 

«La entrada en estos índices se ha convertido en una referencia para los inversores a la hora de realizar su cartera», asegura Torre, ya que se trata de un listado que puede otorgar «buena reputación a las empresas» y, por tanto, las compañías «querrán pertenecer a él». Por ello, estar dentro «implica un compromiso por parte de la empresa de seguir creciendo dentro del sector, además del premio de ser reconocida como responsable y sostenible». En consecuencia, una vez que las empresas son evaluadas, «las que obtengan resultados positivos serán proporcionalmente más atractivas y confiables para los inversores», sentencia Victoria Torre.

Telefónica

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Además de la cruz de Bankia se suma la salida de Telefónica. La multinacional ha perdido su plaza en el índice mundial, pero la mantiene en el europeo. Su lista, la de telecomunicaciones, está compuesta por 9 empresas de las cuales 3 son europeas (Deutsche Telecom, KPN y Telecom Italia) y el resto asiáticas. Desde RobecoSAM declaran que «está claro» que Telefónica «no cumplió» con los criterios de selección para el índice mundial, y añade que no existe «un vínculo» entre la salida de Telefónica y la de la entidad nacionalizada. 

La salida de Telefónica podría ser debido a «su elevada deuda y otros aspectos que dificultan su estabilidad en el sector», comenta Torre, que explica que tiene aproximadamente la misma deuda que en 2009, pero en aquel entonces su Ebitda era de 23.000 millones y hoy es de 16.000 millones. Por otro lado, el recorte del precio objetivo por parte de JP Morgan y Goldman Sachs, su caída en bolsa (18 por ciento en lo que va de año), la dificultad de vender activos (O2), las «pobres expectativas» de crecimiento y la saturación de los mercados en los que opera o el decrecimiento de las inversiones, «pueden haber agravado la situación con respecto a pertenecer al índice DJSI» analiza la Responsable de desarrollo de Self Bank. Por consiguiente, «parece que la salida del índice de Telefónica no hace más que agravar la situación que atraviesa en estos momentos la multinacional de las telecomunicaciones».

El papel de España

España cuenta con 15 compañías dentro del indicador que revisa anualmente RobecoSAM, frente a las 14 con las que contaba el año pasado o las 18 del 2016. Además de las de nueva entrada, las que han logrado mantener su plaza han sido Banco Santander, CaixaBank, Ferrovial (acumula 17 años en el DJSI), Siemens Gamesa (9 años de los cuales 3 consecutivos), Enagás, Inditex, Amadeus (7 años), Indra (13 años seguidos), Endesa, Iberdrola, Naturgy y Red Eléctrica. España es junto con Francia la nación con más empresas de energías renovables en el indicador específico para ellas, ya que de las 15 empresas de la lista, cuatro son españolas: Naturgy, Endesa, Iberdrola y Red Eléctrica.

RobecoSAM afirma que es «importante señalar» que muchas empresas españolas realizan «esfuerzos considerables» para formar parte del indicador, por lo que esto «merece crédito», y añaden que están dispuestas a medirse «frente a sus pares mundiales y están tomando medidas para mantenerse en la cima en lo que respecta a los aspectos de sostenibilidad en relación a la importancia financiera».

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De estas, Inditex, Enagás y Naturgy lideran sus respectivos sectores. Para el gigante textil supone encabezar el ranking del retail por tercer año consecutivo con una puntuación de 68; Enagás, once años en el índice, es el líder de las distribuidoras de petróleo y gas con 85 puntos; y para Naturgy, 14 años seguidos en el DJSI, ha logrado el primer puesto de las utilities con 78 puntos. Por ello, Fernando Luque le otorga «bastante relevancia» a encabezar la lista de sectores, ya que no sólo cuenta la posición que ostenten en la lista global. 

La presencia de compañías españolas adquiere especial relevancia para los expertos debido a que España «se está asentando en estos índices y los grandes inversores las siguen de cerca», comenta Luque, y añade que ahora el trabajo es que el inversor particular tenga también en cuenta estas variables. Y lo mismo opina Javier Flores que anuncia como «fundamental» el hacer ver al inversor que «es posible lograr un beneficio para toda la sociedad», además de lograr que los propios inversores «den el paso a solicitar este tipo de compañías». Para el director general de Spainsif, Javier Garayoa, «es importante la educación financiera y el asesoramiento del comercializador».

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