Los enemigos del plan estratégico de Santander

Una serie de riesgos planean sobre el cumplimiento de los objetivos esbozados en el plan estratégico de Santander, hace un par de semanas. Además del ratio de capital, los demás desafíos están principalmente relacionados con el enfriamiento económico, los bajos tipos de interés (precisamente, debido a la debilidad económica), los riesgos geopolíticos en Europa, el endurecimiento de la regulación y la competencia de los nuevos actores digitales. Ni Ana Botín ni José Antonio Álvarez, número uno y número dos de la entidad, quisieron centrar sus intervenciones en este asunto debido a que muchos de estos problemas escapan a su control. «Como no dependen de ellos, lo que han hecho ha sido poner el foco en lo que el banco puede hacer. Han querido huir del error cometido por competidores como Sabadell o Bankia, que centraron mucho su plan en hacer predicciones sobre la curva de tipos. Dijeron que iban a subir, eso no ha sucedido y se han estrellado», explica Gonzalo Sánchez, de Gesconsult.

Sin embargo, el tema sobrevolaba el 'Investor Day' y el propio Álvarez llegó a decir lo siguiente: «Hay una desaceleración significativa en el crecimiento y eso afecta a nuestro negocio futuro». 

Y es que a nadie se le escapa que la situación económica tiene un gran impacto en el negocio bancario, tal y como avisan los expertos. «Estos objetivos están hechos pensando en un entorno de cierto crecimiento, de cierta recuperación del crédito y que haya una cierta subida de los tipos de interés en algún momento. Es decir, que las cosas vayan bien dentro de lo que ahora se considera bien. Por eso, el principal riesgo para el cumplimiento del plan sería que el entorno macro descarrilara», explica Nicolás López, de MG Valores.

Aunque el plan estratégico no entra de lleno en estos problemas, en su presentación se esbozaron algunas ideas en relación con estas problemáticas. Por ejemplo, se lanzó la promesa de mejorar la rentabilidad del grupo aunque el Banco Central Europeo mantenga los tipos de interés inalterados. 

Asimismo, sobre el desafío del Brexit (otro de los temas en liza), Botín reconoció no tener claro el resultado final, pero aseveró que la entidad ha planificado todo tipo de contingencias en función de los diferentes escenarios posibles. También se mostró confiada en que la economía británica registre un crecimiento del 1 por ciento en los próximos años. 

En cambio, respecto al desafío que representa el incremento de la regulación bancaria, Botín se mostró menos conciliadora y realizó una queja en toda regla: dijo que en algún momento hay que poner punto y final al incremento de los requisitos de capital pues, al final, va en contra de los clientes y el crecimiento económico al desincentivar la concesión de crédito.

La competencia

En cuanto a la creciente competencia ante la llegada de nuevos competidores digitales, Botín se atrevió a realizar una predicción sobre el futuro a medio plazo de la banca. «Creo que va a haber un escenario muy diferente, con las entidades que no provienen de la banca tradicional ganando cada vez mayor cuota de negocio. Sin embargo, algunos grandes bancos que cuentan con clientes verdaderos (no usuarios) van a sobrevivir. Y creemos que nosotros vamos a ser uno de los bancos ganadores», lanzó. 

Por último, otro de los grandes retos esbozados por los especialistas es el que proviene de la propia ejecución del plan. «Entre los riesgos, destacaría el de ejecución. Ahora, Santander debe ganarse la confianza de los inversores y mostrar que puede alcanzar los objetivos», explica Javier Bernat, de GVC Gaesco. Sobre este punto, preocupa especialmente cómo se va a mejorar la rentabilidad y el capital a la vez, según Nuria Álvarez, de Renta 4. Para saberlo, habrá que ir vigilando la ejecución del plan, trimestre a trimestre, a golpe de resultados.