CIG hace responsables a Feijóo y Caballero del fracaso de Novacaixagalicia

La Confederación Intersindical Galega (CIG) ha apuntado hoy al presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y al[…]

La Confederación Intersindical Galega (CIG) ha apuntado hoy al presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y al alcalde de Vigo, Abel Caballero, como responsables políticos del fracaso en la fusión de las cajas gallegas, que creó Novacaixagalicia (NCG).

En la comisión del Congreso que investiga la crisis financiera, el secretario federal de banca de CIG, Clodomiro Montero, ha asegurado que ambos políticos "presionaron" para que siguieran al frente de Novacaixagalicia "los mismos directivos que ya habían hundido dos cajas", en alusión a Caixanova y Caixa Galicia.

Las dos cajas pidieron 1.162 millones para fusionarse y dar origen a un grupo que más tarde necesitó una primera inyección de 2.465 millones y una segunda de 5.425 millones.

Las tres partidas suman 9.052 millones, pero la factura llegó a los 9.853,7 millones porque el grupo también necesitó 801,7 millones del FGD, que se nutre de las aportaciones de la banca, para pagar a los clientes a los clientes con productos "híbridos" y acabó siendo vendido al venezolano Banesco, que pasó a llamarlo Abanca.

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Montero ha criticado también al Banco de España y a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por no supervisar a las cajas de ahorros "por motivos ideológicos", en la comisión de investigación del Congreso que investiga la crisis financiera.

Durante su intervención en la Cámara baja, Montero ha asegurado que el Banco de España y la CNMV "no fallaron" al no detectar la crisis de las cajas, sino que "actuaron conscientes de la crisis, en base a su ideología".

El líder sindical ha afirmado que la politización de las cajas no fue el problema real, aunque ha reconocido que hubo una "mala gestión", sino que el verdadero problema fue "la falta de supervisión y control público" por la imposición de un "modelo neoliberal de desregulación".

Así como la "delegación" de las labores de supervisión y el "blindaje" desde los poderes públicos a las direcciones de las cajas a las que "convirtieron en virreyes", ha aseverado.

También ha señalado a la gestión de las cajas "como bancos, cuando no lo eran", a su excesiva exposición al ladrillo y a su expansión territorial y crediticia como los principales problemas que lastraron la rentabilidad de las cajas de ahorros.

En este sentido, ha defendido la actuación de los sindicatos gallegos en las cajas de esa comunidad ya que, "votaban en contra" de los planes de negocio que les hacían llegar los directivos a partir de 2005, porque "veíamos que se estaba produciendo una burbuja".

Y ha negado que las autoridades de la Xunta de Galicia no conociesen la situación de las cajas gallegas ya que los sindicatos locales se lo trasladaron.

Por último, Montero también ha afeado al Gobierno el planteamiento del rescate a las cajas que, según él, "sólo buscaba la privatización de la banca pública y la concentración bancaria" posterior.

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