Carlos Torres, la sucesión esperada

El nombramiento de Carlos Torres Vila como presidente del BBVA, en sustitución de Francisco González, supone la continuidad en la[…]

El nombramiento de Carlos Torres Vila como presidente del BBVA, en sustitución de Francisco González, supone la continuidad en la línea directiva del grupo y era un movimiento esperado una vez que el veterano banquero dejara ver a principios de este año que no seguiría al frente de la entidad.

Un día después del movimiento en Santander -éste más inesperado- BBVA mueve ficha y coloca a Torres, despejando así las quinielas en las que también estaban bien situados el consejero ejecutivo José Manuel González-Páramo o el expresidente del Banco de Pagos Internacionales (BPI) Jaime Caruana, que había sido nombrado consejero del banco a principios de este año.

Nacido en Salamanca en 1966 aunque se siente gallego, como sus padres, Torres Vila es licenciado en Ingeniería Eléctrica y Administración de Empresas por el Instituto Tecnológico de Massachussetts y en Derecho por la UNED.

Casado con una arquitecta y padre de tres hijos, es aficionado a viajar, la lectura -sobre todo de asuntos relacionados con la ciencia (genética, evolución, física...)- y practica esquí, ciclismo y atletismo.

Con fama de hombre afable que disfruta los veranos en Tui, el pueblo pontevedrés de origen de su familia, llegó al banco en 2008, directamente al comité de dirección y poco a poco se fue ganando la confianza del presidente González.

Su primer cargo en BBVA, en 2008, fue responsable de estrategia y desarrollo. Posteriormente, en 2014, asumió la dirección del área global de banca digital, hasta que en 2015 fue nombrado consejero delegado del Grupo.

Previamente había sido presidente ejecutivo de Isofotón, director corporativo de estrategia y director financiero de Endesa y socio de McKinsey & Company.

En los diez años que lleva en el banco, Torres se ha convertido en abanderado de la transformación digital, junto con el presidente, y ambos presumen de que a cierre de este año más del 50 % de sus clientes serán digitales.

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Aunque en los últimos años hubo señales que apuntaban en otra dirección, como cuando González-Páramo fue nombrado consejero con funciones ejecutivas o cuando el banco fichó a Caruana, finalmente la química ha decantado la balanza en favor de Torres.

González había disipado las dudas sobre la sucesión cuando dijo a principio de este año que no se mantendría como presidente más allá de los 75 años (los cumple en octubre de 2019). La mirada que lanzó a Torres pareció apuntar en esa dirección, que hoy se ha confirmado.

Con el nombramiento de Torres como presidente de BBVA se abre la incógnita de quién le sucederá como consejero delegado, aunque el banco tiene aún tres meses de plazo para decidirlo y previsiblemente volverá a optar por alguien de la casa, pues insisten en que cuentan con un equipo extraordinario.

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