El incremento registrado en 2017 confirma la tendencia alcista en los precios de la vivienda, de forma que el ritmo de crecimiento de los últimos trimestres deja en el 21% el descenso del índice desde los niveles máximos, marcados en 2007. Por el contrario, con respecto a los recientes mínimo de 2017 se acumula un incremento del 20,9%.