Inmuebles malditos

 Está claro que el español es un hombre de costumbres fijas: no hace testamento, invierte en productos financieros de bajo riesgo y compra su vivienda, no vive de alquiler. Pese a la cerrazón, expertos de muy diversas índoles económicas vienen desde hace ya tiempo intentando cambiar estas rutinas, con poco éxito, todo hay que decirlo. La última institución que se ha enrolado en la difícil tarea de hacer cambiar a este españolito medio ha sido la Sociedad Pública del Alquiler. Su recién estrenada presidenta, Nieves Huertas, está animando a la gente a alquilar frente a comprar. Y da argumentos de todo tipo: en su opinión, compensa más alquilar que comprar una vivienda dada la situación de altos tipos de interés, que hace más difícil obtener una hipoteca. Considera que el arrendamiento es también una salida para la oferta, para propietarios, promotores e inmobiliarias que pueden optar por alquilar en vez de vender sus pisos ante la desaceleración del precio de venta de la vivienda, que ya ha empezado a caer en numerosas provincias españolas.

Según Huertas, el alquiler puede ser una solución para muchos ciudadanos que han visto frustradas las expectativas de ganancias en la venta de viviendas que adquirieron como inversión y para propietarios de segundas viviendas que daban por segura una revalorización y que con el cambio de coyuntura económica ahora no logran vender al precio deseado.

Pero seamos realistas, España es y seguirá siendo un país con escasa cultura del alquiler. Posiblemente, los consejos de Huertas caerán también en el olvido y no llegarán a materializarse nunca como un cambio real en el mercado inmobiliario español. Quedará, no obstante, como otro fiasco más dentro de esta institución pública, que amenaza con dejar en evidencia a todo el que se ponga por delante. Primero fue Francisco Javier Rodríguez Mañas, presidente original de la SPA, quien fue destituido del cargo por la anterior ministra de Vivienda, Carme Chacón. Hace sólo dos meses, tras la llegada de Beatriz Corredor al departamento ministerial le tocó caer a Alejandro Inurrieta. ¿Cuál será la suerte de Nieves Huertas?