Los obstáculos al nuevo impuesto a las eléctricas de Yolanda Díaz

Yolanda Díaz olvida o desconoce que gran parte del beneficio de las energéticas llega de fuera de España. Con sus números, defiende un nuevo impuesto a las eléctricas

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, abogó este jueves por implantar un nuevo impuesto a las eléctricas. La líder política defiende que se dedique a paliar los daños que la escalada de precios de la energía está causando en el bolsillo de los clientes.

"Las tres grandes eléctricas incrementaron un 47 por ciento sus beneficios antes de impuestos en 2021, con 10.022 millones de euros, y tienen que contribuir a esta crisis. En este contexto de crisis tienen que redistribuirse esos beneficios", defendió la vicepresidenta segunda, en una entrevista concedida a RNE.

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Aunque es lógico que el Gobierno adopte medidas para evitar que la subida de los precios de la energía impacte únicamente en los bolsillos de los ciudadanos, los analistas de bolsa advierten de que los planes de Díaz podrían encontrarse con ciertos obstáculos.

Parte de los beneficios de las eléctricas provienen de fuera de España

Para empezar, el hecho de que esos 10.022 millones de euros que cita Díaz se generaron a nivel global y no únicamente en el mercado español.

En el caso de Iberdrola, por ejemplo, genera el 43 por ciento del ebitda en España. El resto proviene de México (12 por ciento); Estados Unidos (11 por ciento); Reino Unido (11 por ciento) y Brasil (4 por ciento), entre otros.

"Si tienes la mayor parte del ebita fuera de nuestro país, ¿cómo puede el Gobierno de España poner un impuesto sobre el beneficio generado en otros lugares?", se pregunta en ese sentido Ángel Pérez, analista de utilities de Renta 4.

En el caso de Endesa, la eléctrica no tiene actividad fuera de España, pero Naturgy es la primera distribuidora de gas de Latinoamérica, con más de 5,6 millones de clientes allí, en países como México, Chile, Argentina y Panamá, entre otros.

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¿Cómo se demuestra que las eléctricas se lucran con la subida del gas?

Pero la diversificación geográfica no es el único factor que provoca dudas entre los analistas de bolsa ante la posibilidad de que se imponga un impuesto extraordinario a las eléctricas.

En concreto, creen que primero habría que demostrar que estas compañías se han lucrado de la subida de los precios de la energía, algo que la CNMC está investigando.

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De hecho, el Gobierno ya aprobó en septiembre un decreto que obligaba a las eléctricas a devolver el beneficio extra obtenido por los altos precios del gas, pero el sector argumentó que no estaban obteniendo ganancias adicionales por este hecho pues la inmensa generación de su energía la venden de antemano (lo cual provocó que el Gobierno corrigiera el decreto).

En concreto, estas compañías (sobre todo Iberdrola y Endesa) venden más electricidad de la que producen y suelen hacerlo a través de contratos firmados de antemano con grandes empresas (como Arcelormittal y Acerinox).

Las eléctricas defienden que los precios del mercado mayorista no les afectan

Asimismo, también tienen contratos con las comercializadoras de su propio grupo a un precio prefijado con anterioridad. Es por eso que los precios del mercado mayorista (los que están disparados por las nubes) no les afectan más que en el caso de la tarifa regulada, según asegura Ángel Pérez.

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"No es que hayan ganado 10.000 millones porque el precio del pool esté así. Si hubieran pasado de ganar 5.000 a 10.000 millones de euros por esto, entonces sí tendría más lógica ponerles un impuesto extraordinario. Pero las eléctricas no acuden al mercado mayorista salvo para cubrir la parte de la tarifa regulada", explica.

Por este motivo, este analista cree que la medida no va a tener, de momento, un gran impacto en la cotización de estas compañías a falta de saber en qué se queda realmente.

Impacto limitado en las cotizaciones

"El impacto a priori es limitado. Puede haber recorte, pero no va a ser muy significativo. A no ser que decidan tomar una decisión arbitraria. Un impuesto porque sí", razona.

Lo que sí parece claro es que la volatilidad seguirá afectando a estos valores hasta que el asunto se aclare.

"Va a depender de lo que digan exactamente porque cada día dicen una cosa. Y eso es lo que no le gusta al mercado. El inversor que invierte en estas compañías es por la seguridad que le da obtener unos beneficios concretos", apunta.

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Esta inseguridad regulatoria es la que está, de hecho, detrás de la volatilidad que vive todo el sector en Europa y también valores clave para el mercado español como Iberdrola, que baja a niveles de 8,5 euros cada vez que aumenta el ruido en este sentido y luego vuelve a recuperar cotas de diez euros.

"El riesgo regulatorio le afecta a todo el sector en Europa. Todas están cotizando cierta incertidumbre. No se sabe muy bien cómo va a acabar el tema", concluye Pérez.

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