El 23J entrega al IBEX 35 un cisne negro en forma de empate perfecto
Los dos bloques ideológicos prácticamente empatan en número de votos en las elecciones del 23J. El IBEX 35 topa con un cisne negro con la forma de un resultado que nadie vio venir
Las elecciones generales del 23J terminaron con un escrutinio que sirve a los inversores en general, y al IBEX 35 en particular, un empate perfecto entre los bloques ideológicos. En un país en el que ganar puede no significar gobernar, la investidura de un presidente se complica sobre manera a pesar de que el Partido Popular (PP) ganó 47 diputados y el gobernante PSOE resistió contra pronóstico con dos escaños más que hasta ahora [consulta los resultados completos].
Todo dependerá de un independentismo herido en las urnas. Junts per Catalunya (Junts), el partido de Carles Puigdemont, tiene la llave de la Moncloa, o bien de una repetición electoral, al aguantar mucho mejor que ERC. El profesor de economía Javier Santacruz aseguró a finanzas.com que “el peor escenario que podría salir de las urnas sería aquel que dejara la puerta abierta a una repetición electoral”. El cisne negro abreva ya en la bolsa española.
El IBEX 35 debería comportarse durante la sesión del lunes con pérdidas entre el -0 y el -2 por ciento, de acuerdo con el estudio estadístico basado en las últimas 10 elecciones generales desarrollado por el director de análisis de la revista Inversión, Josep Codina. Otras proyecciones, como las de XTB Broker, anticipan un escenario similar. Perder por debajo del -2 por ciento delataría una gran preocupación entre los inversores. El cisne negro habría anidado en ese caso.
Las opciones de una investidura
El PSOE de Pedro Sánchez tiene, con los resultados en la mano, las mayores opciones de lograr una investidura. Sus 122 diputados podrían agregarse a los de Sumar (31), ERC (7), EH Bildu (6) y PNV (5). En total, serían 171 escaños para este bloque, que es el que ha permitido a Sánchez presidir el Ejecutivo hasta ahora. Sin embargo, las negociaciones serán más duras que nunca, dando pábulo a las opciones de bloqueo y a desembalar las urnas de nuevo, ya que la abstención de Junts (7) es inevitable para el éxito de esta opción.
El exportavoz en el Congreso de ERC, Gabriel Rufián, advirtió en la noche del domingo de que “si el PSOE quiere gobernar su país, deberá respetar el nuestro”. “Por eso –agregó— llamo al independentismo a actuar como una única voz”. Es decir, pedía pactar con Junts el catálogo de condiciones a poner sobre la mesa de Sánchez.
Durante la campaña electoral, tanto Rufián como el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegui, anticiparon que la lista incluiría un referéndum de autodeterminación tanto en “Cataluña como en el País Vasco”. La portavoz del partido de Puigdemont, Míriam Nogueres, aseguró: “Sánchez tiene muchos deberes pendientes con Cataluña”. El propio Puigdemont se despachó desde Bélgica con un “nos sentimos libres, sólo nos debemos a nuestros electores”.
Minutos después, en Ferraz se oía: “España ha sido bien clara: el bloque involucionista ha fracasado”. Lo clamó Sánchez desde el balcón de la sede de su partido en Madrid. “Somos muchos más los que queremos que España avance y así seguirá siendo”, arengó a los suyos sin dar más señales sobre cómo gestionará un resultado que, en realidad, numéricamente supone una derrota.
A pie de calle, los militantes socialistas coreaban “no pasarán”, en referencia, especialmente, a Vox.
Feijóo se toma en serio su victoria
El bloque conservador esperaba –así lo señalaban todas las encuestas— atar la mayoría absoluta (176+ diputados) tras el 23J. Se quedó en 170: los 136 del PP, los 33 de Vox y el escaño de UPN. Para el líder de la formación de extrema derecha, Santiago Abascal, “la capacidad de chantaje de los socios de Sánchez es claramente mayor”. A juicio de Vox, el PP paga su estrategia de blanquear, dice, al PSOE.
El PP decidió ignorarle y se tomó en serio su victoria numérica. “Nuestra intención es no abrir un periodo de incertidumbre en España, así que iniciaré un diálogo inmediato para intentar gobernar nuestro país cuanto antes”, dijo un Alberto Núñez Feijóo que, por primera vez, topó con un resultado que no le da una mayoría absoluta a la que sus últimos cuatro mandatos en la Xunta de Galicia le han acostumbrado.
Los militantes le interrumpieron con gritos de “¡Ayuso, Ayuso!”. Quizá fue lo más molesto para él de la noche.
“La anomalía –siguió— de que no gobierne el partido más votado sólo tiene como alternativa el bloqueo”. Feijóo exigió al PSOE que “no bloquee al Gobierno de España una vez más”. “Nos corresponde intentar formar un gobierno”. El PP completó su cosecha electoral en el Congreso con una mayoría absoluta en el Senado. La Cámara alta tiene la capacidad de vetar los proyectos de ley que envíe el Congreso a propuesta de un hipotético nuevo Ejecutivo Sánchez.
Es decir, aunque el PSOE logre una investidura, la gobernabilidad se complicaría en el sistema bicameral.
Las cifras del empate perfecto
- Partido Popular: 8M (33 por ciento)
- PSOE: 7,7M (31,7)
- Vox: 3M (12)
- Sumar: 3M (12)
- ERC: 462K (1,9)
- Junts: 391K (1,6)
- EH Bildu: 333K (1,3) PNV: 275 (1,1)
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