¿Vendería su empresa a sus directivos?

Decides vender tu empresa. Superas las dudas iniciales y miedos a afrontar un proceso de compraventa, pero llega la principal[…]

Decides vender tu empresa. Superas las dudas iniciales y miedos a afrontar un proceso de compraventa, pero llega la principal pregunta «¿a quién puede interesarle comprar mi empresa?» Quizá te suene raro, pero el comprador ideal es posible que esté muy cerca. Ahora te planteo la pregunta ¿por qué no venderle la empresa a tus directivos?

Cuando ocurre esta situación, técnicamente se habla de Management Buy Out (también llamado MBO), un proceso que consiste en la compra de una sociedad por parte de un directivo o grupo de directivos que trabajan en la propia empresa. Como ves no es una idea descabellada, eso sí, la compañía debe cumplir con una serie de requisitos para que sea factible.

El primer punto es que la empresa debe ser rentable o tener un gran potencial de rentabilidad futura. En caso de que la rentabilidad actual sea baja, podrá haber operación solo si la compañía se reorienta estratégicamente para potenciar su capacidad de generar la caja necesaria para repagar la deuda. 

Un segundo punto es que su cuenta de resultados y su balance deben estar saneados. La compañía debe tener poca deuda, pues habrá una financiación de la operación por el propio vendedor (en inglés, vendor finance) o se pagará la compañía con un préstamo bancario a través de una sociedad instrumental (NEWCO).

En tercer lugar, la empresa no debe requerir inversiones importantes de forma que la mayor parte de los fondos que genere se pueda dedicar al pago de los intereses y a la cancelación de la deuda adquirida para la compra de la empresa.

Si tu empresa cumple con estas premisas, ahora la clave estaría en las vías para la obtención de la financiación para llevar a cabo la operación de compraventa.
La capacidad directiva del ejecutivo interesado se convierte en un factor determinante para la entidad financiera que financia la operación y para el capital riesgo, en su caso, que participe como coinversor.

Cuanto mayor sea el puesto de responsabilidad que ocupe el directivo es mejor porque aporta mayor conocimiento del sector, estrategia, mercado, clientes, proveedores, etcétera, habilidades de suma importancia para la obtención de la financiación necesaria. 

Sin duda, si se trata de un equipo multidisciplinar en el que están representadas las distintas áreas funcionales de la empresa es una ventaja. Un equipo cohesionado que ha trabajado junto en los últimos años y con un balance de gestión positivo tendrá una mejor aceptación. En este sentido cabe matizar que no es adecuado que el equipo sea muy numeroso. Habitualmente se considera que el número más adecuado está entre tres y cinco personas. 

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Cuando asesoramos a los propietarios de una empresa que cumple las características para un MBO, una de las primeras preguntas que hago a los propietarios al inicio del proceso es si ve a su equipo directivo haciéndose con la empresa. 

No se trata de que este equipo directivo tenga o deje de tener el dinero suficiente para afrontar la compra (cantidad que en la mayoría de casos no poseen). La clave es saber si serán capaces de gestionar la compañía de manera efectiva y si tienen ambición para ello. En caso de que la respuesta sea positiva y a ellos les encajase la idea, el siguiente paso para consolidar esta opción sería la búsqueda de un inversor financiero que apostaría por ellos y por la empresa. ¿Por qué no intentarlo? ¿En quién va a confiar más un inversor financiero que en los propios gestores de la compañía?

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