Valor y precio no es lo mismo

El precio es el valor concreto que en un momento determinado se materializa mediante la venta de una compañía y[…]

El precio es el valor concreto que en un momento determinado se materializa mediante la venta de una compañía y depende de la oferta y la demanda en ese momento. Es decir, lo fija el mercado y lo consigue mejorar el vendedor si hace una buena negociación al alza de las ofertas. El resultado de la transacción concreta.

El valor es el que asigna cada uno a la empresa en función de su perfil e intereses. Es la medición monetaria del grado de utilidad que esa empresa le va a reportar a él.
La valoración sirve por un lado para entender el rango de valor intrínseco de la compañía y por otro para negociar mejor. Fíjate que hablo de rango de valor, pues se puede estimar cuánto vale una empresa pero resulta absurdo creer que se puede saber el valor exacto de la misma. Los profesionales de valoración siempre hablamos de rango de valor.
El precio lo pone el mercado con sus ofertas y lo consigue mejorar el vendedor si hace una buena negociación al alza de esas ofertas.Recuerda por tanto, que el rango de valor es una opinión más o menos acertada mientras que el precio final será una realidad. Es decir, en una negociación de compraventa existirán diferentes valores en función de los intereses de los potenciales compradores y según encaje tu empresa en la estructura empresarial del posible comprador. De la negociación, cuando pueda existir flexibilidad por ambas partes, surgirá el precio final de la operación.Valorar una empresa, con independencia del método de valoración elegido, es un proceso en el que se cuantifican los elementos actuales que constituyen el patrimonio de la empresa, la posición competitiva que ostenta dentro de su sector y las expectativas futuras de generación de riqueza que sean susceptibles de ser estimadas.

 Mediante este análisis se determinarán los elementos creadores de valor y se podrá concretar un rango de valor, que será una opinión fundamentada de lo que puede valer la empresa en cuestión. 
La valoración de una empresa es un trabajo técnico y requiere tener amplios conocimientos financieros. A la vez, para valorar bien, se debe conocer en profundidad el modelo de negocio de la empresa, su estrategia, entender su mercado y dónde están sus elementos de creación de valor.Una valoración no es una auditoría (el analista no efectúa una comprobación de los estados financieros, parte de unas cifras que, inicialmente, se consideran válidas); tampoco es un diagnóstico exhaustivo de todas las áreas de la empresa, sino que el analista al valorar se centra desde un principio en las áreas fundamentales que sirven para descubrir los conductores de valor.

En ocasiones, cuando dentro de un mandato de venta le indico un rango de valor intrínseco a un empresario, me dice: «Para mí vale más» .
La frase anterior encierra un significado muy profundo, nada baladí. Para el empresario, muchas veces fundador de su negocio, que ha hecho crecer y al que le ha dedicado su vida, su empresa es «como un hijo» y generalmente suele tener una expectativa inflada de su valor por los condicionantes subjetivos que conlleva. Por eso te recomiendo que, si eres el vendedor, te pongas en los zapatos del comprador, pues el verá las cosas de otra manera, pensará: «Si pago todo eso por la empresa, ¿cómo voy a ganar yo dinero?» .
Las empresas se valoran en función de su rentabilidad y su riesgo, pues todos los otros elementos se acaban resumiendo en estos dos conceptos; sobre esta base se comparan con inversiones alternativas. Si el comprador tiene otra alternativa, en la que con el mismo riesgo obtiene más rentabilidad, la cogerá.

En portada

Noticias de