Una semana para aprender lo que es el riesgo

Las Bolsas han puesto a prueba esta semana la capacidad de riesgo de los ahorradores/inversores. Para muchos de ellos habrá[…]

Las Bolsas han puesto a prueba esta
semana la capacidad de riesgo de los ahorradores/inversores. Para muchos de
ellos habrá sido, probablemente,  la
semana más dura vivida desde que decidieron buscar algo más de rentabilidad en
la renta variable, a la vista de la exigua aportación de los productos
tradicionales bancarios y  de las más que
previsibles perdidas de la renta fija.
La volatilidad, el vaivén en las
cotizaciones, es una característica del mercado de renta variable,
especialmente en determinados momentos y el inversor que se adentra en este
mundo ha de asumirlo para entender los acontecimientos y no adoptar decisiones
precipitadas. Y esa es la lección que los inversores primerizos en renta
variable deben sacar de vivido los últimos días.

Daniel
Kahneman, un psicólogo de origen israelí que ganó el Premio Nobel de Economía
en el 2002 ha demostrado que una persona siente el doble de coste emocional
cuando ve una caída de rentabilidad en su cartera que cuando observa una
subida. Dado que tenemos el doble de estímulo cuando vemos una caída, nuestro
instinto natural nos incita a actuar en ese momento. Y lo que se ha demostrado
también es que la reacción predominante es la de vender. Y, si uno vende, lo
que está haciendo es consolidar las pérdidas.
Mala cosa para el ahorrador que
tendrá dificultades para encontrar un destino seguro a su dinero, por mucho que
haya presenciado la mayor caída de la historia en una sola jornada en Wall
Street. Pensemos mejor que al otro lado del Atlántico las cosas son ahora así de
exageradas, casi esperpénticas. ¿Dijo alguien que se puede lograr rentabilidad
sin asumir riesgo?

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