Un Draghi dovish cogerá impulso para preparar la reunión clave de junio

Al QE del Banco Central Europeo (BCE) le quedan los meses contados. Falta saber la forma y el fondo, algo[…]

Al QE del Banco Central Europeo (BCE) le quedan los meses contados. Falta saber la forma y el fondo, algo que los expertos no esperan que se diga en la reunión de abril. El equipo de inversiones de imdi funds aseguran que éste encuentro será de transición de "cara al encuentro clave de junio, una cita de la que sí esperamos anuncios decisivos o, al menos, gestos tendentes a señalar la finalización de las compras netas de activos en la zona euro durante el último trimestre de 2018".

Hay tres temas que centrarán la reunión: el enfriamiento de la economía; el euro y las medidas proteccionistas. Respecto al freno económico, asistiremos a una explicación en la que se pondrán de relieve cuestiones como la adversa meteorología, las huelgas en países como Alemania y Francia e incluso el brote de gripe que ha hecho perder bastantes jornadas de trabajo en algunas naciones. En otras palabras, se subrayarán los factores pasajeros causantes del enfriamiento de la actividad para, a continuación, apuntar la confianza en la aceleración económicadurante el presente trimestre. En lo referente al euro, mandará la lectura de su cotización nominal, en especial, frente al dólar. El último encuentro del BCE llegó precedido del coqueteo del EURUSD con niveles clave durante el mes de febrero, además de por la consecución de máximos no vistos desde 2014 en relación a las monedas de los principales socios comerciales. No obstante, en las últimas semanas, la divisa comunitaria parece haber tornado hacia un comportamiento lateral en su cruce contra dólar y su evolución respecto a las divisas de los principales socios comerciales también se ha enfriado. Por lo tanto, la preocupación en el seno del Consejo del BCE hacia la reacción del euro a los mensajes de Draghi podrá ser matizada, aunque persista.

Desde la perspectiva de la inflación, continuará presente la posibilidad de que el euro lime décimas,pero este hecho puede diluirse a la sombra de otro que juega a favor del BCE: la re-escalada de los precios del crudo. En este punto, debemos tener claro que el objetivo de inflación en la UEM se articula en base al índice general del IPC y no a nivel subyacente. De forma que el avance del petróleo dará algo más de margen a nuestro banco central, dado que sus últimas previsiones se construyeron con precios del barril Brent de 65$ para 2018, frente a sus actuales valores próximos a 75$.

El último punto a tratar serán las fricciones comerciales, aspecto respecto al cual se articulará un tono prudente, aunque no exento del recordatorio de los riesgos. Entre éstos, la posibilidad de asistir al deterioro de las perspectivas de la confianza empresarial y la inversión.

FranckDixmier, director de renta fija de Allianz Global Investors: "El BCE, sin embargo, discutió recientemente cuándo podría hacer cambios en su política. Las actas del comité de marzo mostraron que el BCE usaría tres criterios para decidir cuándo terminar su programa de flexibilización cuantitativa (QE): convergencia, confianza y capacidad de recuperación:  Inflación general que converge hacia el objetivo a medio plazo del 2% por parte del banco central.  Confianza en que la trayectoria de inflación de la UE está en camino de alcanzar este objetivo.  La resistencia de la inflación después del final del QE".

Si bien el último pronóstico de inflación del BCE del 1,7 por ciento para 2020 es consistente con su objetivo deseado, su capacidad para confiar en la trayectoria de la inflación es sin duda el más problemático de estos tres criterios. Por lo tanto, es probable que la orientación a futuro del banco central se centre en el tercer punto: resiliencia.

Aún así, los expertos apuestan porque Draghi maneje los tiempos como en anteriores reuniones y sea muy prudente. Los analistas descuentan que el BCE prorrogará tres meses más el QE, desde septiembre hasta diciembre de 2018, aunque reducirá el volumen de las compras que actualmente ascienden a 30.000 millones de euros. El importe se podría reducir hasta los 15.000 millones de euros.

Riesgos a un lado, en conjunto, el discurso de Draghi irá encaminado a diluir ciertos temores y dotar de la máxima flexibilidad al BCE de cara a la reunión de junio, la cual debería estar marcada por nuevos pasos hacia la menor generosidad. Así, el escenario central para los próximos meses que divisamos para el BCE es acorde con lo apuntado por las filtraciones y por su economista jefe, Peter Praet. En otras palabras, las compras netas de activos llegarán a su fin de forma progresiva a finales de 2018 y las alzas de tipos, hacia el inicio del verano de 2019,defendiendo que éstas tomarán forma mediante un primer incremento de la facilidad de depósito.

En cualquier caso, el QE llegará inevitablemente a su fin. Como resultado, esperamos que el BCE use sus próximas reuniones para subrayar el impacto positivo de reinvertir el capital de sus compras de bonos. También esperamos que el banco central enfatice su voluntad de mantener los tipos a corto plazo en niveles extremadamente bajos durante un período prolongado. Los mercados parecen estar de acuerdo con nuestra evaluación, sin un aumento inicial de los tipos a corto plazo antes de la segunda mitad de 2019 ".

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