Turquía inicia la operación militar contra los yihadistas en Idlib

Han pasado siete meses desde que concluyó la operación ?Escudo del Éufrates?, operación militar liderada por Turquía y el Ejercito[…]

Han pasado siete meses desde que concluyó la operación ?Escudo del Éufrates?, operación militar liderada por Turquía y el Ejercito Libre Sirio (ELS), para crear una zona de distensión de unos 2.000 kilómetros limpios de la presencia del autodenominado Estado Islámico. Tras la victoria, ahora el objetivo de las tropas turcas se centra en Idlib, una operación que a priori resulta mucho más complicada debido a que buena parte de la provincia de Idlib se encuentra todavía bajo control de Hayat Tahrir al-Sham, una organización yihadista paraguas que incluye antiguos miembros de al-Nusra ?exfilial de Al Qaida en Siria, entre otros grupos afines. En total, se considera que la agrupación yihadista contiene alrededor de 20.000 o 30.000 militantes, según estimaciones del periódico turco «Hurriyet».

Esta nueva ofensiva, enmarcada en las negociaciones trilaterales entre Turquía, Irán y Rusia recogidas en los acuerdos de Astana, tiene por propósito cimentar la tregua actual entre el régimen sirio y los grupos armados opositores. Si bien el principal mandato de las Fuerzas Armadas turcas en Idlib debería ser el de observar e informar de la tregua en curso, se espera que Turquía también participe en la acción militar con dos objetivos primordiales: erradicar la presencia de yihadistas en la región, mediante el apoyo del Ejército Libre Sirio ?rebeldes aliados de Ankara- y, al mismo tiempo, bloquear la expansión del área de influencia de las Unidades de Protección Popular (YPG) kurdas en el norte de Siria ?consideradas como terroristas por Turquía debido a los vínculos que mantienen con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

«Se están haciendo intensos esfuerzos para establecer un nuevo estado de terror en nuestra frontera, y no permaneceremos en silencio sobre este hecho», afirmó el presidente turco Recep Tayyip Erdogan el pasado fin de semana en un encuentro de su formación política, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP). «No estamos interfiriendo en los asuntos internos de ningún otro país. Nuestro objetivo es mantener la seguridad nacional de Turquía. Si no vamos a Siria, Siria viene a nosotros. Hay millones de personas en Idlib, y las protegeremos», prosiguió Erdogan, insistiendo en que el objetivo de Ankara es "resolver el problema en su origen».

En consonancia con los acuerdos alcanzados el mes pasado en Astana, la capital kazaja, Turquía y Rusia estarán sobre el terreno; las fuerzas turcas se situarán en la parte occidental de la provincia y Rusia en el este. Pese al anuncio de que cada potencia desplegará unas 500 tropas para observar el alto el fuego, el número de personal turco que cruce la frontera se espera que llegue hasta el doble. Las tropas turcas, según Hurriyet, establecerán 14 centros de monitoreo en la zona de distensión acordada, prevista principalmente en áreas provinciales de Idlib, lejos del centro de la ciudad.

Último asalto para recuperar Raqqa

Por otra parte, este domingo empezó el asalto final por parte de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), con apoyo de la coalición estadounidense, para liberar Raqqa del dominio de Estado Islámico. Durante tres años, Raqqa, ha sido la capital siria de facto del autoproclamado califato, desde donde los yihadistas planeaban y expandían sus operaciones por todo el país.

Ahora, el último reducto de Daesh se encuentra enclavado en una pequeña parte del centro de la ciudad, donde mantienen a civiles como rehenes y tratan de dificultar el avance de la coalición con túneles, trampas y francotiradores. El representante de las FDS, Jihan Sheikh Ahmad, afirmó en un comunicado que el anuncio de la liberación de Raqqa se producirá «en los próximos días».

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